El Gobierno prepara el borrador de una orden que permitiría un nuevo confinamiento en casa

Las comunidades podrían mantener abiertos los colegios y decidir la actividad imprescindible
Lugo vacío durante el confinamiento más estricto. AIDA SOENGAS
photo_camera Lugo vacío durante el confinamiento más estricto. AIDA SOENGAS

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se mostró este jueves esperanzado en no tener que recurrir a los encierros masivos en casa. Pero en Moncloa, en realidad, no tienen claro que el aislamiento de las comunidades y municipios y los toques de queda sean suficientes. Es más, sus técnicos trabajan desde principios de esta semana en un plan B para el supuesto de que no se pueda frenar la expansión del virus en las próximas dos semanas, según adelanta la agencia Colpisa. 

Cuando aún estaban acabando de redactar el decreto del estado de alarma, los servicios jurídicos del Estado se pusieron a perfilar otro borrador de una posible nueva orden para otro estado de alarma que permitiría, llegado el caso, a las comunidades autónomas llegar al confinamiento domiciliario

Pero el proyecto del Gobierno tendría importantes matices con respecto al decreto que en marzo ordenó el encierro en casa. 

El Gobierno, según revelan algunos de los técnicos que trabajan en ese borrador, no tiene previsto —al menos por el momento— volver a asumir el mando único, aunque la situación epidemiológica en esta segunda ola sea grave. De acuerdo con estas fuentes consultadas por Colpisa, las comunidades seguirán siendo las "autoridades delegadas", aunque bajo el paraguas del que sería el cuarto estado de alarma. 

Los técnicos del Ejecutivo valoran otro estado de alarma que evitaría el mando único

Por lo tanto, serían los gobiernos autonómicos los que, si llega a entrar en vigor este decreto, decidan si hacen uso de este nuevo marco normativo y hasta dónde. Y es que la idea del Gobierno es dar un "nuevo instrumento" con el que las autonomías puedan superar los actuales confinamientos perimetrales y toques de queda, pero de forma "gradual", hasta poder llegar, si lo vieran necesario, a la cuarentena en las viviendas. 

En cualquier caso, lo que se rechaza es el confinamiento de marzo porque la incidencia sigue siendo muy dispar en el territorio. 

Los técnicos de Sanidad y los expertos jurídicos del Gobierno piensan en un marco jurídico "flexible" en el que las autonomías, en función de su evolución epidemióloga, puedan decidir desde aplicar las medidas mínimas comunes (toques de quedas o confinamientos menores), pasando por los actuales aislamientos perimetrales autonómicos, hasta llegar a las restricciones más duras como el encierro domiciliario. 

Está previsto que este texto, ideado por Moncloa y Sanidad, esté listo antes del fin de semana del 14 y 15 de noviembre

Otra de las grandes diferencias con el estado de alarma de marzo sería que las comunidades podría mantener abiertos los centros educativos ante la evidencia de que la transmisión en estas instalaciones sigue siendo muy baja. Además, cada autoridad autonómica tendría cierto margen para definir cuáles son las actividades imprescindibles que quedarían fuera del confinamiento. 

La idea de Moncloa y Sanidad es que este borrador esté listo antes del fin de semana del 14 y 15 de noviembre. Esa es la fecha máxima que el Gobierno se ha fijado para comprobar los efectos de las medidas que las comunidades han empezado a implementar. 

Pocos son los expertos que esperan que los confinamientos perimetrales de las comunidades autónomas tengan efectos "importantes" en la "reducción" de la transmisión del coronavirus.

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