Las paralelas vidas de las gemelas chantadesas Eva y Sara Piñeiro

Obtuvieron las mismas notas académicas y en la Abau, cursaron idéntica carrera universitaria y ahora comparten centro de trabajo
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photo_camera Las gemelas Eva y Sara Piñeiro en su casa de Chantada

Las gemelas tienen una conexión especial desde el mismo momento de la concepción, o eso asegura la creencia popular. Sin embargo, en el caso de Eva y Sara Piñeiro, dos gemelas chantadesas de 26 años, las coincidencias van más allá de su casi idéntico parecido físico. Ambas obtuvieron en su día la misma calificación en la Abau, un 3,8 en la primera convocatoria y un 11,8 y 11,7 respectivamente en la segunda, pero esta mínima diferencia es pura anécdota al conocer su experiencia vital.

"Sempre tivemos notas parecidas. Incluso en Bacharelato tiñamos as mesmas calificacións en Matemáticas e pensaban que copiabamos", afirma Sara Piñeiro.Y a pesar de que precisamente "nun exame de matemáticas fallamos no mesmo e chamounos a profesora para confirmalo", ambas aseguran que nunca lo hicieron. De igual forma, las dos jóvenes suspendieron la misma asignatura, Lengua Castellana en el segundo año de Bachillerato.

La única vez que se separaron fue cuando ambas hicieron ciclos diferentes de Formación Profesional, aunque eso sí, ambos de la rama sanitaria. Y aún entonces, en esa etapa que estuvieron separadas durante tres meses, estudiando un ciclo en Monforte y otra en Lugo, hablaban "todas as tardes por Skype".

A su hermana le atraía más ser matrona, pero al final la vida terminó llevándola a cursar la misma especialidad que su gemela

Tanto Eva como Sara tenían claro que quería estudiar Enfermería. "Sempre nos gustaron as mesmas cousas, e a vocación vénnos de familia porque o noso pai é enfermeiro", explican. Y ambas lo consiguieron al mismo tiempo y en el mismo lugar: la Escola Universitaria de Enfermería en Santiago. Como era de esperar, ambas compartieron aula y piso de estudiantes, porque como afirma Eva, "aínda que a nosa convivencia non é perfecta, preferimos vivir xuntas. Estamos moi unidas".

La especialidad elegida también fue la misma, aunque por motivos diferentes. "Cando acabamos a carreira chamoume a atención Saúde Mental", dice Eva Piñeiro. A su hermana, en cambio, le atraía más ser matrona, pero al final la vida terminó llevándola a cursar la misma especialidad que su gemela.

Sara aclara que "quería facer unha especialidade diferente, pero non o tiña moi claro. Gustábame máis Obstetricia, pero despois Saúde Mental chamoume máis a atención e pensei non vou quedar coa espiña e vouno facer".

Esta nueva coincidencia las llevó a protagonizar alguna que otra anécdota: "Cando estabamos nas prácticas de Obstetricia, había algunha muller que despois de saír da anestesia dicía que non sabía se estaba vendo dobre".

"Xa nos din que somos as xemelgas que nunca se separan"

Al finalizar su etapa estudiantil, ambas se presentaron al EIR (la oposición para acceder a la formación de especialidad en Enfermería) obteniendo la posición 812 y 819, respectivamente, algo verdaderamente sorprendente si se tiene en cuenta que se trata de un examen al que se presentan profesionales de toda España. "Xa nos din que somos as xemelgas que nunca se separan", apuntan.

Y parece confirmarlo lo que sí es ya el colmo de las coincidencias. En la lista de destinos de trabajo, Sara puso "para todas as cidades de España", pero acabó en Ourense, en el mismo centro hospitalario donde ya trabajaba su hermana.

Sara y Eva siempre han compartido el mismo grupo de amigos, estudiaron en el IES Lama das Quendas y por aquel entonces estaban 24 horas juntas, lo que explica también, según ellas, que prácticamente todo lo hagan de la misma forma. Además, ambas formaron parte de la SD Chantada, una de sus mismas aficiones adolescentes: el fútbol.

El único momento en que estas gemelas se separan es cuando están con su pareja, puesto que ambas tienen novio y en eso sí que no están dispuestas a compartir.

Sin embargo, cuando se les pregunta por esa extraña conexión gemelar que algunos manifiestan cuando una de las hermanas sufre algún percance, Sara se muestra rotunda: "De pequena rompín o brazo e eu creo que a miña irmá non lle doeu moito... Eso de sentir o mesmo e sentir a dor non o temos". Será lo único, porque en un par de meses ambas volverán a unirse cuando Sara se traslade a Ourense junto a Eva para compartir, además de trabajo, la vida que hasta ahora han realizado juntas.

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