Opinión

Galicia libre de corrupción

NUNCA DEJES que la realidad te estropee una buena noticia», dice una vieja máxima periodística y hace unos días, en medio de esta realidad que a veces preocupa e inquieta, apareció una buena información procedente del Consejo General del Poder Judicial que decía que en Galicia no se procesó a nadie por corrupción en el primer trimestre de este año.

Los jueces españoles cerraron 27 procedimientos y encausaron a 97 personas por corrupción en 11 comunidades y ninguno de los casos corresponde a los juzgados de Galicia que está limpia de prevaricación urbanística o administrativa, de tráfico de influencias, de malversaciones y de otras actividades delictivas tipificadas en el Código Penal. Es, sin duda, una buena noticia.

La corrupción existe en España y es la segunda preocupación de los ciudadanos, indignados con tantos sinvergüenzas políticos, empresariales, sindicales y también particulares. Pero conviene situarla en sus justos términos. En este sentido hay que decir que casi todos los casos corresponden al pasado y los corruptos están en manos de la justicia. Ocurre que en la refriega política se exagera para fustigar al partido que está enfangado, lo que agranda la percepción de una depravación generalizada que no se corresponde con la realidad del país.

La corrupción es la segunda preocupación de los ciudadanos, indignados con tantos sinvergüenzas políticas, empresariales, sindicales y particulares


De hecho, la instrucción de varios casos que causaron alarma social en su día acabó en nada. De los últimos 320 instruidos solo hubo 18 condenas, señala Carlos Cuesta, es decir, el 95 por cien acabó en la nada judicial, aunque 'con matanza mediática'. En Galicia tenemos ejemplos de grandes casos desinflados, como el de Castro de Rei, la operación Pokemon, el caso Campeón o el de las multas con 100 imputados y solo 2 condenados.

Por tanto, hay casos de corrupción, pero España no es un país corrupto. La inmensa mayoría de políticos y empleados públicos -funcionarios de las administraciones, profesores, policías o trabajadores de la sanidad- desempeñan con decencia sus funciones y ningún ciudadano tuvo que pagar una 'mordida' para trámites administrativos, agilizar un servicio sanitario o librarse de una multa, y nadie consiguió falsificar un expediente académico.

España no es un estado fallido y cuando se producen desmanes la justicia funciona, lentamente, pero funciona, y depurará todas las responsabilidades. Mientras, celebremos que Galicia estuvo libre de corrupción en el primer trimestre y, parafraseando a Cunqueiro, mil trimestres más sin ella.

La corrupción es la segunda preocupación de los ciudadanos, indignados con tantos sinvergüenzas políticos, empresariales, sindicales y particulares La liberación parcial de Leopoldo López en Venezuela, ahora bajo arresto domiciliario, se ha vivido en España con forzada división política

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