Galdo no cree capaz a la acusada de yihadismo de un ataque masivo

Los vecinos de la parroquia de Viveiro aseguran que "ninguén estivo atemorizado por Lucía nin lle escapaban, só que non querían escoitar falar de Alá"
Momento del arresto de la vivariense en Galdo. EFE
photo_camera Momento del arresto de la vivariense en Galdo. EFE

La parroquia de Galdo, en Viveiro, trata de recobrar la calma una semana después de la detención de la vecina Lucía Expósito acusada de apología del terrorismo y ahora encarcelada por orden del titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 tras una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil. El vecindario asegura que "aquí ninguén estaba atemorizado por ela, que só mentaba que Alá nos ía castigar e que non se podía comer carne" desde que regresó de Canarias.

En la localidad nunca pensaron oír que atribuyesen a algún vecino actos terroristas y todavía se muestran incrédulos ante los delitos que le achacan. Los residentes no la consideran capaz de alquilar una furgoneta para cometer un ataque masivo como los perpetrados en La Rambla en agosto de 2017. "Ela non facía iso nin de broma, non lle daba a cabeza para iso, sería unha mandada, pero non era a cabeza pensante, iso é moi difícil de crer, pero a verdade non se sabe, ten que ser alguén que lle segue lavando a mente e ela se deixa", opinan exculpándola, pues entienden que es psicológicamente inestable y, por tanto, vulnerable a ese tipo de influencias externas. Por ello, creen que lo adecuado sería que recibiese atención especializada.

Los vecinos se muestran dolidos porque la tilden de "yihadista, doime a alma, porque criámonos todos xuntos, aínda que sexa verdade, ata soa mal". Recuerdan que la encontraban a pie y aseguran que no le escapaban, sino que no paraban con ella porque "ninguén quería escoitala falar de Alá, pois debeu coñecer a alguén en Canarias e volveu co cerebro lavado".

"30 ou 40 encapuchados para coller a Lucía non eran necesarios, se a chamas baixa", dice un vecino

RASTREO EN INTERNET. El vecindario insiste en considerar desproporcionado el despligue efectuado para llevar a cabo el arresto de la vivariense. "30 ou 40 encapuchados para coller a Lucía non eran necesarios, se a chamas baixa, non facía falla tanto dispositivo. Agora dise que xa a colleron ás oito da mañá e que estiveron esperando diante do ordenador dela a ver se se comunicaban os outros e ao parecer colléronos a todos á mesma hora", señalan, en alusión a los tres detenidos en la provincia de Guipúzcoa en la misma jornada acusados de propagar el ideario yihadista a través de las redes sociales, donde pasaron de ser meros consumidores a usar sus perfiles para adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo, según la investigación.

Otros residentes dicen que con la celebración de las fiestas de San Pantaleón el tema cayó en el olvido, pero aún están impactados por el dispositivo policial y prefieren no pronunciarse por respeto a la familia, que hace vida normal y sigue ocupándose del cuidado de abuela. "Á xente maior hai que explicarllo porque aínda non o entende", dicen.

Los comentarios continúan y cada uno opina a su modo, aunque no tanto como la semana pasada y la parroquia parece recobrar la calma. "Penso que ela soa non chegaría a facer nada diso, estaría apoiada por outra xente, ao mellor lle estaban mandando", apunta otro vecino, quien reconoce que resulta difícil superar la situación de shock vivida y que sigue la incertidumbre sobre la posible implicación de la vecina detenida en los hechos que le atribuyen las autoridades, a la que vigilaban desde hace más de dos años.