CON TAN solo 21 años Gabriel Vilar Longarela ha batido todos los récords en el mundo de la hostelería. Campeón gallego y de España, este joven mariñano ha vuelto a su casa, en Alfoz, tras alcanzar el séptimo puesto en el campeonato mundial celebrado en Brasil. Con apenas veintiún años Vilar puede presumir de un palmarés de excepción. ¿Cómo resultó la experiencia en el WorldSkills?
Muy satisfactoria. Concluimos la prueba en séptimo lugar, lo que hace que me sienta muy orgulloso. Obtuvimos 526 puntos, lo que significa que nos hicimos con una Medalla de Excelencia. Además conseguimos la Medalla al Mejor de la Nación al resultar ser los primeros de entre todos los participantes españoles.
¿A qué pruebas se enfrentó?
La categoría en la que competí fue la de Servicios de Restaurante y Bar que constaba de cuatro pruebas. La primera, una cena de gala con servicio para cuatro personas y una cata de vinos en la que el protocolo era el factor elemental. La segunda prueba se basaba en el servicio de un banquete para seis personas que a su vez contaba con cuatro pruebas específicas. La tercera fue un servicio de cafetería en el que servimos desde sándwiches hasta ensaladas tomando comanda. La última prueba fue una cata de licores y el servicio de champán a seis comensales. Finalizamos la prueba con un cóctel de creación y el servicio de otros tres clásicos elegidos por sorteo.
Hablamos de una competición muy completa, ¿cuáles fueron las dificultades a las que hizo frente?
Sobre todo la subjetividad que caracteriza a este tipo de competiciones ya que una misma cosa se puede hacer de muchas formas diferentes. Quizás el momento más delicado surgió a la hora de poner la mesa durante la cena de gala, tuve que enfrentarme a algunas cosas desconocidas que me llevaron a improvisar y cometer algunos errores.
El requisito para competir en Brasil fue ser primero en el campeonato SpainSkills de mayo.
Efectivamente. Primero competí en el GaliciaSkills que se celebró en Santiago de Compostela y quedé primero. De esta forma me hice con el pase al campeonato de España que se celebró en Madrid, y aunque ya era un nivel muy superior me sentí muy cómodo y terminé primero consiguiendo el acceso al WorldSkills.
¿Cuándo es la próxima cita?
La próxima parada será en diciembre del año que viene en Suecia y competiré en el homólogo europeo del WorldSkills. Antes me enfrentaré al Campeonato Nacional de Coctelería que se celebra en Tenerife en el mes de octubre. Es la primera vez que me enfrento a un campeonato nacional en esta especialidad, pero en el gallego quedé segundo así que espero que los resultados sean buenos.
Lleva una carrera meteórica, ha estudiado en tres de las ocho escuelas de hostelería de Galicia.
Efectivamente, estudié el Ciclo Medio en Servicios de Restauración entre Lugo y Foz y el Ciclo Superior de Dirección de Servicios en Restauración en Santiago de Compostela. Los tres son centros de referencia donde tanto los docentes como la educación impartida hacen que los alumnos que estudiamos en cualquiera de los tres salgamos con una muy buena preparación.
¿Seguirá estudiando o apostará por lanzarse al mercado laboral?
Pues mi intención es compaginar el trabajo en el Hostal de los Reyes Católicos, dónde ya he realizado las prácticas, con el estudio del inglés. Y por supuesto prepararme para los próximos campeonatos.
¿Cómo se imagina, a nivel profesional, en un futuro?
Pues en una escuela de hostelería enseñando todo lo que sé a chicos como yo que deseen dedicarse a esto. Este es un trabajo muy duro, y es importante que unos buenos profesores te ayuden a apreciarlo cuando estás agotado y pierdes la motivación.
¿Así actuaron con usted sus profesores?
Totalmente. Mi tutor, Manuel López Brea, y el director del Centro Integrado de Formación Profesional Compostela, Ramiro Esparís, sacrificaron sus vacaciones para acompañarme al campeonato, y por ello y por todo su apoyo les estoy muy agradecido.
Define la hostelería como un trabajo duro, ¿es una profesión muy vocacional?
Efectivamente, se trata de un trabajo que o te apasiona o lo detestas y es muy fácil olvidarte de las razones por las que estudias hostelería y te dedicas a ella. Es una profesión totalmente vocacional que debe ser entendida como una forma de vida.
