Opinión

Florentino y el Quijote

AL BARÇA le tienen manía los jueces y al Madrid la prensa. Imposible no empatizar con ellos. A mí también me han tenido manía los profesores desde la EGB, o eso es lo que le decía a mi padre al final de cada trimestre, que una vez incluso me invitó a que convocase una rueda de prensa o hiciese un comunicado en la fotocopiadora de secretaría. Aunque ahora que lo pienso quizás fuese con segundas, que los gallegos somos muy de decir exactamente lo contrario de lo que afirmamos.

Esta última etapa de Florentino se parece bastante a algunas de las comparecencias de Jesús Gil, como cuando dijo aquello de que ‘no todos los periodistas son unos hijos de puta’ y empezó a publicar la revista Atléticos, que era al parecer lo único que debía leer un buen colchonero. En la última rueda de prensa el presidente del Real Madrid vino a calificar de antimadridistas al Marca y al As, y a mí me sonó como si Rajoy dijese que el ABC y La Razón le tienen manía al PP. Solo le faltó llamarles antipatriotas y corear aquello que se ha escuchado en los últimos tiempos en el fondo sur del Bernabéu: ‘Marca y As, cámara de gas’.

Florentino Pérez ha experimentado respecto a Mourinho una transformación semejante a la de Sancho con Don Quijote, aunque los valores en uno y otro caso sean tan opuestos.

Don Alonso Quijano, por ejemplo, se subía a una colina al creer que el polvo levantado en el horizonte por dos rebaños de carneros y ovejas que viajaban en sentido contrario era en realidad provocado por los cascos de los caballos de dos ejércitos que iban a entrar en batalla, y hasta creía ver en uno a Pentapolín ‘del arremangado brazo’, y en otro a Palmerín de Inglaterra. Y entonces era cuando, a la grupa de Rocinante, le decía a Sancho que el deber de caballero le obligaba a ver quien iba perdiendo para ponerse de su lado. El honor en grado sumo.

Mourinho en cambio era capaz de dejar crecer la hierba del Bernabéu y no regarla para que se secase y el rival tropezase con las raíces de los helechos en medio de la batalla. Y si aún así no salía victorioso, la culpa era del árbitro, de la prensa o del calendario. Si hubiese leído a Cervantes quizás hubiese citado también al sabio Frestón, que de igual modo perseguía a Don Quijote, como cuando ‘transformó los gigantes en molinos de viento, para quitarle la gloria de su vencimiento’.

Los delirios del inmortal manchego siempre tenían un fin honorable: socorrer a un mancebo de las garras de un tirano, velar armas en defensa de una venta que el creía castillo, o defender con su lanza el honor de una doncella. Los de Florentino carecen de esa grandeza, y hasta es capaz de alicatar las mazmorras para evitar con tan excusa ceder a su gran rival el castillo en unas justas contra unos nobles vizcaínos. Y eso casa muy mal con el señorío.

Don Quijote y Sancho mudaron sus papeles en el final del libro cuando ya el caballero se postró en su lecho, pero mantuvieron siempre uno la cordura y otro el sentido del honor. No parece que sea este el caso de Mou y Flo. Al técnico del Chelsea ya solo le falta culpar a la Reina de Inglaterra de perseguirlo en la Premier League, y al presidente del Real Madrid asegurar que también Josep Pedrerol le tiene manía.

Al final los dos se han retroalimentado tanto que hasta Florentino, el fiel escudero de Mou en su estancia madrileña, se ha revuelto contra su amo tras el último tropiezo de éste en la Champions. Solo así se entiende que casi al finalizar la rueda de prensa dijese que al menos ellos han pasado a cuartos de final mientras otros han quedado eliminados. Ese ‘otros’ era el Chelsea. Don Quijote nunca lo hubiera hecho.

Y al Barça lo 'persiguen'
El Barça siempre compite con el Madrid y no quiere ser menos. Aseguran que también a ellos les tienen manía, y en eso acumulan muchos años de experiencia, 117 en concreto, según han soltado en un comunicado. En su caso no les tiene ‘ojeriza’ la prensa si no la justicia. El juez Pablo Ruz debe ser un rufián empeñado en que los defraudadores paguen al fisco lo que deben, se llamen Bárcenas o Rosell, Barça o PP. Vamos, un canalla que encima es socio del Madrid. No me quiero ni imaginar lo que diría Mourinho si fuese el presidente del Barça.

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