Opinión

'The Final Countdown'

NI EL nombre del grupo es demasiado ingenioso ni la letra de la canción es el culmen de la originalidad. Pero la pegadiza melodía de 'The Final Countdown', de los suecos Europe, ha logrado convertirse en un himno intergeneracional que ha traspasado las fronteras del rock para llegar a todos los públicos. Incluso a los políticos, pues los acordes iniciales dieron forma al himno de Alianza Popular para las elecciones europeas de 1987. La prueba de la longevidad de la canción es que doce años mas tarde, en 1999, fue elegida por el mismísimo Jesús Gil y Gil como sintonía de cabecera para su Grupo Liberal Independiente (GIL), el paraguas bajo el que gobernó Marbella como su propia casa durante una década y bajo el que se fraguó uno de los escándalos de corrupción más sonados de la historia. El cantante y compositor de la canción, Joey Tempest, se mostraba sorprendido en una reciente entrevista sobre el giro que le dieron a la melodía los publicistas del partido de Manuel Fraga, aunque no parecía demasiado interesado más allá del aspecto musical. Reconoció, con humor, no haber cobrado ni un solo 'royalty' por la utilización del tema por parte de ningún partido español. Y preguntó si hay alguno que lo siga usando. Le dijeron que no y sonrió, como aliviado. "Tenemos canciones mucho mejores", dijo. Y es la verdad, pero en el mundo de la música la calidad -parámetro siempre subjetivo- acostumbra a reñirse con lo contagioso del tema y, en definitiva, con el éxito que cosecha. Y aunque ahora huérfana en el espectro político, un puñado de orquestas gallegas seguirán tocando 'The Final Countdown' este verano, treinta años después de su lanzamiento.

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