Un domingo con temperaturas entre los 16 grados de Foz y los 21 que se llegaron a registrar en Viveiro pasando por los 17 de Ribadeo hizo que el litoral de A Mariña se llenara de personas deseando disfrutar del sol después de una semana en la que lluvia, viento y frío restaron afluencia a los paseos y a las recién abiertas terrazas.
Las playas y los paseos marítimos estuvieron ayer muy concurridos durante todo el día y en muchas localidades como Barreiros, Foz u O Vicedo se notó la llegada de personas para disfrutar de su segunda residencia, ahora que ya está permitida la movilidad dentro de la provincia. Arenales como Abrela y Xilloi en O Vicedo o el de Llas en Foz congregaron a quienes estaban deseando tocar la arena.
Los arenales nunca estuvieron cerrados en la comarca, puesto que todos los concellos entendieron que al ser espacios naturales podían ser usados por los ciudadanos para los paseos que están permitidos. Aun así, ayer fue un día con más afluencia precisamente por el buen tiempo que hubo y la llegada de gente desde otros puntos de la provincia de Lugo.
Los establecimientos que ya están abiertos registraron llenos, aunque con media capacidad
Las terrazas también estuvieron muy concurridas, aunque por el momento no todos los establecimientos apostaron por abrirlas porque al tener el aforo limitado a la mitad aseguran que no les compensa. Sin embargo, otros hosteleros empezaron a dar este servicio para volver a encontrarse con sus clientes y para ir recuperando poco a poco la normalidad y adaptándose a las normas de seguridad e higiene que son necesarias.
Los clásicos sitios de terraceo en Foz, como son la plaza Conde de Fontao o A Rapadoira, ya lucían con vida en las terrazas, al igual que las del Urban o Las Sirenas en Viveiro o las de locales de Covas como Aquitania o Galipizza. También en Ribadeo se respiró ambiente veraniego en zonas como O Cantón. Espacios como el chiringuito Os Árbores de la playa vicedense de Xilloi, que ya está abierto, también estuvo muy concurrido al congregar a los paseantes que se decidieron por esa zona para su caminata diaria y las personas que se acercaron a disfrutar de la terraza en un ambiente más abierto que un casco urbano.
