El jugador montenegrino del CB Chantada Filip Knezevic interpretó el papel de Jesucristo durante la procesión del Día de Ramos en el municipio. Junto a él, muchos vecinos se animaron a vestirse de época para recrear la entrada de Jesús en Jerusalén, el episodio bíblico que se conmemoró este domingo.
Se trata de la segunda edición de esta particular actividad promovida por el párroco de Chantada, Manuel Areán. No es una procesión más del Día de Ramos. Acompañado por una burra, Filip recorrió el casco urbano desde la Praza de Santa Ana hasta la entrada a la iglesia, pasando por parte del casco histórico.
Fue un Jesucristo de altura (no en vano es uno de los jugadores más destacados de la Liga EBA de baloncesto) para una jornada que va camino de convertirse en un clásico de la Semana Santa chantadesa. Según Manuel Areán, la procesión fue "un éxito impresionante, as rúas estaban ateigadas de xente".
El evento llamó especialmente la atención de los niños. Muchos se pusieron turbantes y vestimentas típicas de la época de Cristo para que Chantada viajase en una máquina del tiempo hacia los años que se relatan en la Biblia.
Tampoco fueron pocos los adultos que se animaron a darle a la mañana del Día de Ramos un colorido especial en Chantada. Por supuesto, Filip Knezevic fue el gran protagonista.
Manuel Areán guardó la sorpresa casi hasta última hora, pues buscó a varias personas para representar el papel principal de la Procesión de la Borriquita, como se le bautizó en su día. En las horas previas se corrió por Chantada la voz de que el elegido había sido Knezevic, justo un día después de jugar un importante partido con su equipo. El cansancio no hizo mella y el deportista balcánico, muy querido en la villa del Asma, cumplió con su papel.
SAN CLODIO. Chantada no es el único municipio de la comarca donde se celebra una procesión así. En la capitalidad de Ribas de Sil tiene lugar una idéntica, en la que los vecinos se visten de época y uno efectúa el papel de Cristo.
Por supuesto, no faltaron los rituales típicos de este día, con la bendición de ramos que inauguró la Semana Santa.
