Fijan en 18 años y medio de cárcel la pena por el crimen de Ponte Caldelas

El fiscal del caso ha confirmado la condena para el autor confeso de la muerte del esposo de su amante
Marcos Vidal, acusado del crimen de Ponte Caldelas. GONZALO GARCÍA
photo_camera Marcos Vidal, acusado del crimen de Ponte Caldelas. GONZALO GARCÍA

La Audiencia Provincial de Pontevedra ha fijado en 18 años y medio de cárcel la pena para Marcos Vidal, autor confeso de la muerte del esposo de su amante en Ponte Caldelas. Así lo ha confirmado en la mañana de este viernes el fiscal del caso, Jesús Calles.

El fallo, ajustado al veredicto de culpabilidad emitido hace algunas semanas por el Jurado Popular, puede ser recurrido ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

La Sala condena al autor por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, al que también impone que deberá estar después ocho años de libertad vigilada. 

A la hora de dictar la pena, se han tenido en cuenta las atenuantes de confesión y de dilaciones indebidas. El acusado también ha sido condenado a la prohibición de comunicarse y aproximarse a la esposa del fallecido durante 23 años. Deberá abonar una indemnización a cada uno de los padres de la víctima de 40.000 euros; y, a la mujer, de 30.000 euros. 

El tribunal del jurado consideró probado que el acusado acudió al domicilio de la víctima y que cuando supo que seguía viviendo con su esposa lo inmovilizó con la rodilla, "lo tiró al suelo y le asestó diversas puñaladas en distintas partes del cuerpo" con una navaja, lo que le ocasionó la muerte. 

El ataque, según sostiene el tribunal del jurado por unanimidad, fue "sorpresivo e inesperado", por lo que el fallecido careció de oportunidad para su defensa. 

Igualmente, por unanimidad, los miembros del jurado consideraron que el acusado le propinó a su víctima más puñaladas de las necesarias para causar más dolor.

"NO TENGAN PIEDAD". "Me declaro culpable y me declararé siempre culpable", afirmó el acusado durante el juicio celebrado en octubre. "Llevo cuatro años esperando a que me juzguen y poder cumplir mi condena tranquilo, nada más. ¿Qué más quieren que haga?", declaró Marcos V. 

Allí, se dirigió a los miembros del jurado popular. "Yo no quiero que esa gente tenga piedad de mí", ha sostenido, para añadir que si él estuviese en el lugar de la familia de la víctima "pediría lo mismo: que encarcelen a esa persona o que lo fusilasen".