El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, elaboró su discurso sobre una defensa del periodismo y la política como identificadores y solucionadores, respectivamente, de las dificultades.
Núñez Feijóo comentó que "la polarización política y mediática de la que se quejaba Lucía Méndez cuando le fue comunicada la concesión del premio, es directamente proporcional a la sustitución de los problemas reales por los problemas imaginarios". El responsable del Gobierno gallego hizo ver que "la política concreta hace posibles consensos que son mucho más arduos en la política meramente ideológica o simbólica".
Esta situación tiene su origen en la crisis, que "fomentó una ira natural, espontánea e incluso comprensible, y otra alimentada artificialmente por aquellos que ven en las sociedades airadas una oportunidad para socavar la democracia", y se vio fomentada por "políticos que quieren huir de la realidad y también, a veces, por personas que trabajan en la incomunicación".
"La solución que históricamente propone la democracia, en contraste con sistemas en apariencia más resolutivos, nunca es perfecta y satisfactoria para todo el mundo, ni contenta plenamente a unos ni frustra completamente a los otros; es un permanente compromiso, una negociación interminable, un diálogo siempre abierto", indicó.
La política concreta hace posibles consensos que son más arduos en la política ideológica o simbólica
Para contrarrestar esas falsedades, Feijóo proclamó la necesidad de "la sensatez y el sentido común que el premio Puro Cora reconoce en Lucía Méndez". Destacó que "nadie mejor que los gallegos sabemos que el sentido común y la sensatez son considerados a veces como tibieza e incluso falta de resolución".
El presidente afirmó que la periodista zamorana procede "de la España vacía, o más bien, vaciada" en la que hay "verdades y solidaridades elementales", que deberían "impregnar el periodismo y la política".
Sobre esos lugares de nuestro país que están en decadencia, apuntó que en Galicia hay un "afán por impedir que aumente la Galicia vacía, que está ligado hoy a la defensa de industrias amenazadas por decisiones administrativas discutibles, e indecisiones políticas poco explicables", que también relacionó con "la financión autonómica que deben contemplar la España que forman municipios como Palacios de Sanabria, y municipios gallegos que afrontan la despoblación. La respuesta no es la resignación".
El presidente se refirió al cambio habido al frente de El Progreso valorando la labor del director saliente, Lois Caeiro, "maestro de la escuela de Lugo y profesor de la universidad de Galicia del periodismo", y dio la bienvenida "a Alfonso Riveiro, director ahora ya del diario, periodista avezado y veterano".
