Por favor, Pedro Sánchez

Una niña de Outeiro de Rei, de 9 años, le envía una carta al presidente  para que le deje ir a ver a su abuela a Lugo
 
Zoe depositó su carta en la oficina de Correos de Outeiro de Rei. EP
photo_camera Zoe depositó su carta en la oficina de Correos de Outeiro de Rei. EP

Zoe Otero, una niña de Outeiro de Rei, le remitió una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para pedirle que le deje ir a ver a su abuela María, que reside en Lugo. La pequeña, de 9 años, acudió a la oficina de Correos, acompañada de su madre, para enviar una misiva a La Moncloa. Pasaron ya 55 días de confinamiento, tras la declaración del estado de alarma, y Zoe echa mucho de menos a su yaya. Por eso le solicita permiso al mandatario español para desplazarse a la capital de la provincia el día 13, coincidiendo con el 64 cumpleaños de María. "Te pregunto si me dejarías ir, por favor, a su casa para darle su regalo y su tarta", escribe.

"Menos mal que pasamos a la fase 1, sino habría lágrimas", indica Salima Castro, progenitora de Zoe, que confía en que se haga realidad esta petición urgente. Sus padres se alegran de que, como era previsible en Galicia, el Gobierno diera un paso más en la desescalada y autorice los viajes entre municipios de la provincia a partir del lunes.

Zoe, a su edad, todavía no está al tanto de las decisiones burocráticas e inquiere preocupada al periodista si cree que le hará caso el presidente. En la carta también le demanda  a Pedro Sánchez la autorización para quedarse "a dormir y al día siguiente me voy a mi casa".

La pequeña está preocupada porque no le falte ningún detalle a la abuela en su cumpleaños

La abuela es un referente en la vida de esta escolar de Outeiro deRei. Aunque le gustaría regresar al colegio para ver a los amigos o visitar a sus primos, nada es comparable con el deseo de ver a María, que reside en la Avenida da Coruña. La niña también recuerda a su tío Blas, que vive con María, pero a quien más añora es a su adorada abuela.

Zoe recuerda que, antes del confinamiento, iba a casa de la yaya con frecuencia y la acompañaba "a hacer la compra en el Carrefour, a la piscina o a ver al abuelo Paco al cementerio". "Pasan mucho tiempo juntas, cuando yo trabajo, y los viernes duerme allí. Ahora está preocupada porque no le falte ningún detalle a la abuela en su cumpleaños", corrobora la madre de la pequeña.

Zoe decidió redactar esta carta y remitirla a La Moncloa tras varios intentos infructuosos de convencer a sus padres para que la trasladasen a Lugo. "Me decía que, como mi furgoneta tiene los cristales traseros tintados, nadie nos vería. A su padre, que es panadero, también le insistía que la llevase. Se le hace larga la espera", señala su madre.
 

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