La familia de refugiados sirios que vivía en Sarria se muda por trabajo

El padre, Ghassan, ha conseguido un empleo en Cambre, a donde se ha trasladado con su mujer y sus tres hijos

Ghassan, sastre de profesión, y su esposa, Marwa, junto a la máquina de coser que compraron. AEP
photo_camera Ghassan, sastre de profesión, y su esposa, Marwa, junto a la máquina de coser que compraron. AEP

La familia de refugiados sirios que vivía en Sarria reside ahora en Cambre, donde el padre, Ghassan, ejerce de ayudante en un taller de costura. Su mujer, Marwa, y sus tres hijos llegaron a la localidad coruñesa hace una semana y dos meses antes lo hizo él para comenzar a trabajar.

Ghassan y Marwa tuvieron que abandonar la ciudad de Homs huyendo de la guerra y los acogieron en Líbano, donde estuvieron viviendo varios años. En julio de 2016 llegaron a España dentro de un grupo de 155 personas en base al Programa Nacional de Reasentamiento. Su destino fue Sarria en aplicación de un convenio entre la Xunta (que facilitó el piso) y la Cruz Roja, que prestó ayuda integral desde su llegada. Junto a ellos, llegó a Sarria otra familia, que se trasladó después a Lugo.

VIDA DE SARRIA. Marwa estuvo trabajando como voluntaria en el comedor del colegio sarriano del que eran alumnos sus hijos. La mayor parte de los 600 euros que ganó en aquel momento los invirtieron en una máquina de coser para que Ghassan pudiese ganarse la vida haciendo arreglos de ropa, pero apenas hubo respuesta, y la familia estaba "desesperada".

En febrero de este año hacían pública la delicada situación que estaban atravesando al acabarse el Programa de Reasentamiento, ya que carecían de recursos y de un trabajo para afrontar gastos básicos como el alquiler del piso.

Un día teníamos ayuda, otros meses no

En este tiempo, llamaron a varias puertas en busca de amparo con la colaboración de la asociación gallego-siria de apoyo y solidaridad con el refugiado SAWT.

NUEVO EMPLEO. Ghassan está ahora trabajando a media jornada como ayudante en el taller de costura con un contrato de prueba de tres meses, pero con la ilusión de quedarse definitivamente.

Celebra que ya tienen un piso que consiguió "con la ayuda de mi jefa" y del que destaca que les resulta económico.

Dice la familia que ahora su principal preocupación es la escolarización de los hijos, ya que "de los tres niños sólo hemos encontrado sitio para la pequeña". "La Xunta se va a encargar de encontrarles un centro", añade.

Ghassan, que todavía no domina el castellano, comenta que en Sarria recibía clases de una voluntaria, pero que ahora en Cambre aún no las ha podido retomar. También lamenta que actualmente no cuentan con ninguna contribución. "Estamos sin ayuda, porque al irnos de Sarria la cortó la Xunta", afirma Ghassan, quien tiene pendiente hablar con la trabajadora social. "Estamos aún con todos los papeleos", señala.

La familia se muestra esperanzada con esta nueva etapa, asegurando que ahora "están mejor que antes", un tiempo en el que no llegaron a sentirse tranquilos porque "un día teníamos ayuda, otros meses no".

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