El vecino de Xove Sebastián Ocaña Ruiz, de 64 años de edad, falleció este sábado por la mañana en la playa de O Torno, perteneciente a la localidad de San Cibrao, tras ser rescatado por los servicios de emergencias, que trataron infructousamente de reanimarlo durante hora y media sobre el mismo arenal.
Unos particulares alertaron a las seis menos diez de la mañana del sábado a la central de emergencias del 112 en Galicia de la presencia de una persona que estaba bañándose en la ría, casi enfrente de la Praza dos Campos, e indicando que no se encontraba en plenas facultades.
El 112 comunicó la incidencia al GES de Cervo, al servicio de Urxencias Médicas 061, al helicóptero Pesca 2 del Servizo de Gardacostas de la Xunta y a la Guardia Civil. Cuando el Grupo de Emergencias Supramunicipal estaba de camino hacia el lugar le indicaron que el hombre había desaparecido en el mar, puesto que le habían perdido de vista.
Al llegar los guardias divisaron que la corriente marina lo había arrastrado mar adentro hacia la zona de las rocas, circunstancia que se comunicó a la tripulación del helicóptero Pesca 2, que fue la encargada de localizarlo y rescatarlo para depositarlo sobre la arena.
El hombre sufría en ese momento una parada cardiorrespiratoria, por lo que los servicios sanitarios desplazados por el 061 en la ambulancia asistencial con apoyo del GES cervense iniciaron las maniobras de reanimación, a las que al poco tiempo se incorporaron también los sanitarios de la ambulancia medicalizada, que también acudió hasta el punto del suceso. Estas tareas se prolongaron durante casi hora y media sin que diesen los frutos deseados, por lo que únicamente se pudo certificar su muerte. Posteriormente se desplazó el forense y un coche del servicio de autopsias para realizar el traslado del finado hasta Lugo con la finalidad de practicarle dicha prueba.
El fallecido, que era natural de Málaga y con residencia en el municipio xovense, cuenta con familiares en la localidad cervense y se presume que se habría desplazado hasta San Cibrao para disfrutar del festival de rock que se desarrollaba en la villa.
Algunos asistentes a este evento, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada, se percataron de que una mujer que acompañaba al varón intentaba meterse en el agua para rescatarlo cuando vio que lo arrastraba la corriente desde la bocana hacia la zona rocosa, a unos cien metros de la playa, algo que lograron evitaron a fin de que no corriese la misma suerte.
