Guitiriz ha perdido a su abuela, la vilarega Pilar Losada Paz, quien falleció este domingo a los 108 años -109 si se atiende a lo que figura en su "trampeado" DNI- en el País Vasco, a donde emigró con su marido hace medio siglo.
Casada a los 18 años con Ángel Rodríguez, ambos regentaron una taberna en el lugar do Cabezolo de Os Vilares, una suerte de "centro comercial" que dejaron para marcharse a Vizcaya, siguiendo los pasos de sus hijos. Allí continuaron en la hostelería y fundaron el bar Guitiriz en Sestao, aunque si hay algo por lo que los guitiricenses identificarán a Pilar Losada es por sus calcetines de lana.
Hilar, tejer o calcetar fueron labores que le enseñaron de niña su madre y su abuela y que siempre la acompañaron como su principal aficción. Año tras año, Pilar Losada pasaba los veranos con su hija Adelina en Corvite y cada primer fin de semana de agosto se mantenía fiel a su cita con el Festival de Pardiñas, donde contaba que llegó a vender 60 pares de medias de lana en una mañana.
