Un vecino de Bóveda, Manuel Díaz Pérez, exsecretario del juzgado de paz del ayuntamiento, cargo que ocupó durante más de 40 años, falleció en la mañana de este jueves a los 76 años de edad tras sufrir un paro cardíaco cuando en compañía de un amigo estaba en la feria que se celebraba en la localidad de Rubián tras la primera fase del desconfinamiento para comer una ración de pulpo en uno de los cuatro puestos montados.
Nada se pudo hacer para salvar su vida. El personal sanitario que acudió al lugar intentó reanimarlo, pero todas las maniobras resultaron infructuosas.
El hecho luctuoso propició la parálisis de la feria, máxime cuando Manuel Díaz era una persona muy conocida en todo el municipio, tanto por el cargo que ostentó en el juzgado como por ser directivo del club de fútbol Bóveda durante años, pero sobre todo por su carácter afable.
En la tarde del jueves, la familia recibió numerosas muestras de condolencia, como la del alcalde, José Manuel Arias, quien no dudó en destacar que Bóveda "perdeu un gran veciño". El óbito de Manuel Díaz cogió por sorpresa a todos. Nadie daba crédito de que su fallecimiento ocurriese cuando acudía a comer unas raciones de pulpo en compañía de uno de sus mejores amigos en la primera feria que se celebraba tras el periodo de confinamiento por la crisis del coronavirus.
Otro vecino del municipio, en este caso un residente en la localidad de Tuimil, sufrió un infarto de miocardio. Una ambulancia medicalizada lo trasladó al Hula tras estabilizarlo en su domicilio.
