Opinión

Éxito anticipado y desinformación

LA MANIFESTACIÓN del domingo en Madrid «fue un éxito antes de que se celebrara», según editorializaba ABC ayer. El globo sonda de una convocatoria electoral, o la realidad de la proximidad de la cita, que se puso en ciculación ayer, sería una consecuencia. La calculadora de la Delegación del Gobierno -45.000 asistentes- no convenció a Pedro Sánchez. Los convocantes lograron un objetivo: la convocatoria electoral que pueda venir, a pesar de que el suflé que asustó a Pedro Sánchez en realidad se desinfló en la mañana de domingo en la plaza de Colón. No era necesario manipular tanto las cifras oficiales de asistentes, hasta reducirlos a una cuarta parte. No está nada claro, incluso en un repaso detenido de los medios madrileños, que fuese un éxito esa concentración de las derechas. Incluso para quienes empujan con firmeza y constancia al PP hacia Vox. El único y gran beneficiado fue ese partido de extrema derecha que, con sorprendente facilidad, logra arrastrar a su campo al PP de Pablo Casado. Tampoco exige el actual líder popular un gran esfuerzo para correr en tal dirección. Arrastró también a Albert Rivera, que había llegado al escenario político con los aires nuevos del centrismo y el liberalismo. Una vez más, como ha sucedido repetidas veces en la historia del país, el liberalismo se lo engulle la España del "mañana efímero", de don Antonio Machado. La que cuando se digna usar la cabeza «ora, bosteza y embiste». O la que se emociona al grito de «¡vivan las caenas!» Dicho lo cual, se reconocerán por el ala izquierda que en esta ocasión tanto los informativos de TVE como los de RNE no desmerecieron de los comportamientos manipuladores bajo mandatos del ala derecha. Materia entonces de grandes escándalos. No se han leído ni oído ayer las proclamas que se producían entonces por la profesionalidad. Más de lo mismo o con Machado: «Una de las dos Españas ha de helarte el corazón».

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