La exalcaldesa de Melide denuncia amenazas y destrozos en su vehículo

Dalia García había dejado su coche aparcado cerca del palacio de congresos para asistir a un acto
Cristales rotos sobre los asientos del coche y la piedra en el interior del coche de la exalcaldesa de Melide. EP
photo_camera Cristales rotos sobre los asientos del coche y la piedra en el interior del coche de la exalcaldesa de Melide. EP

La exalcaldesa de Melide y ahora portavoz de la oposición en la corporación local, la popular Dalia García, denunció los destrozos que desconocidos causaron en su vehículo mientras asistía a la cena de una asociación, en representación de su partido. Este último episodio se suma a las amenazas telefónicas que la edil recibió dos días antes de las pasadas elecciones municipales del 26 de mayo, cuando todavía era regidora, y que también puso en su momento en conocimiento de la Guardia Civil.

Según la denuncia de la exalcaldesa, los hechos sucedieron el pasado día 30 de noviembre mientras asistía, en el palacio de congresos, a la cena anual organizada por la asociación de mujeres rurales del municipio y en la que participaron unas 200 personas.

Al igual que hicieron la mayor parte de los asistentes, Dalia García dejó su vehículo aparcado en una de las calles contiguas al lugar donde tenía lugar la celebración, la Rúa Furelos. "Apenas unha hora máis tarde de chegar ao recinto, fun alertada de que o meu vehículo tiñas as luces acesas e unha luna rebentada da parte traseira cunha pedra", afirmó.

Cuando llegó al lugar de los hechos, acompañada de otras personas, comprobó que de todos los vehículos que había aparcado en el lugar solo el suyo presentaba daños, por lo que alertó a la Guardia Civil.

Después de una primera inspección ocular, el móvil del robo prácticamente se descartó, ya que en el vehículo había algunos objetos como un cargador de móvil o varias monedas, que los responsables del destrozo no se llevaron. Sin embargo, sí desaparecieron del interior del vehículo las llaves del domicilio particular de la exalcaldesa, las de la sede municipal del PP y una agenda personal. Esta circunstancia hizo que tuviese que contratar de urgencia a un cerrajero para cambiar de las cerraduras de ambos inmuebles.

AMENAZAS. García también explicó que este suceso se une a las amenazas verbales "bastante serias" que recibió dos días antes de las elecciones municipales.

La exregidora recordó que, en todo caso, el ejercicio de las diferentes opciones políticas es "libre" y que, además, constituye "un dos maiores logros da nosa democracia". Señaló además que este tipo de prácticas "que deberían estar desterradas da nosa sociedade", no van a provocar que deje de desempeñar sus funciones públicas ni que abandone su vocación "de estar ao servicio da miña vila e dos veciños e veciñas de Melide".