Alejandro Oliveros García | Director de Ordenación Forestal de Ence

"El eucalipto ayudará a muchas familias, es un valor seguro en tiempos difíciles"

La crisis hacen que el propietario vea la importancia de invertir y gestionar el monte
Alejandro Oliveros García, director de Ordenación Forestal de Ence. ÁLVEZ
photo_camera Alejandro Oliveros García, director de Ordenación Forestal de Ence. ÁLVEZ

Ence realizó una notable apuesta por la producción en Navia gracias a fuertes inversiones y responde con sus productos a las necesidades de la pandemia, pero esta afecta a los mercados, con precios mínimos de la celulosa y acumulación de pérdidas. No obstante, la firma quiere mantener fuertes vínculos con proveedores y propietarios forestales.

Son meses difíciles, ¿cómo han afrontado la pandemia desde su actividad? ¿Ha caído o se recupera la demanda de madera y celulosa?
Como en la mayoría de sectores, el consumo y la producción general del sector forestal se han reducido de forma aguda durante un intervalo de tiempo amplio, y está por ver cómo se mantiene. En el caso de la celulosa y el papel, aunque la demanda de tisú para uso sanitario e higiénico fue tan importante durante el estado de alarma que subió un 66% en España en marzo y abril frente al mismo periodo de 2019, ha sido mucho más importante el descenso de la demanda de papel de impresión y escritura, que ha lastrado la demanda de celulosa a nivel mundial. Dentro de este escenario, nuestro planteamiento desde el inicio ha sido priorizar la seguridad y la prevención de contagios, lo que nos ha permitido mantener al 100% en todo momento la actividad de producción de energía y celulosa, consideradas esenciales. Ha sido una referencia de éxito, y ha conllevado importantes costes. También los hemos tenido que asumir para adaptar la operativa, turnos, procesos e instalaciones de nuestras fábricas y parques externos con el fin de evitar la parada de empresas forestales externas que no trabajaban con nosotros, y así contribuir a la recuperación de un sector forestal necesario que es interdependiente y sinérgico. Estos esfuerzos han permitido que la demanda de madera local para producir celulosa se haya mantenido relativamente estable.

El monte no parece gustarle al coronavirus, ¿prevén más medidas para evitar la incidencia de la segunda oleada?
Actualmente, y desde febrero, contamos con un exhaustivo protocolo de prevención frente a la covid-19 específico para nuestra actividad forestal, que se va actualizando a medida que la situación cambia y se van mejorando los procesos y medidas. Eso ha ocurrido,por ejemplo, con la implantación del Pasaporte Covid.

¿Se han mantenido las cortas? ¿Sigue igual de dinámico el sector? Recurren a la adquisición directa al propietario forestal.
Durante estos meses ha habido un descenso en las ventas de madera por parte de los propietarios por dos razones: el miedo al contagio y la bajada del precio de la madera provocada por la correspondiente de la cotización internacional de la celulosa. Por nuestra parte, más allá del precio, que es un factor importante pero no el único, debemos ser capaces de ofrecer valor a los propietarios interesados en vender, ser excelentes en nuestras compras y aprovechamientos, aumentando la satisfacción del propietario.

Los rematantes son un sector muy importante, responsable del 70% de nuestros suministros

El problema del abandono rural y forestal, ¿mejora o empeora en esta difícil coyuntura?
El creciente abandono es sin duda el mayor problema de nuestro rural. Genera una enorme pérdida de recursos y bienes necesarios para toda la sociedad que no nos podemos permitir. Es fundamental que en las ciudades se adquiera conciencia de todos los recursos esenciales que vienen de la gestión de su entorno rural: alimentos, agua, fibras, madera, energía... y además porque el crecimiento de biomasa sin gestión supone un riesgo grave de incendios. Para evitar estos dos efectos en el monte es fundamental cuidarlo, y eso cuesta dinero que tiene que salir de algún sitio. Los montes rentables y bien gestionados aportan recursos esenciales y evitan la propagación de los incendios. Creo que la percepción de que hay un problema ha mejorado en los últimos años, en los que se habla tanto de ‘la España vaciada’, pero estamos lejos aún de que la sociedad tenga una visión del mismo suficientemente profunda y compartida. Por otra parte, creo que desde nuestro sector y la Consellería de Medio Rural se le da más importancia, y hay en marcha esfuerzos prometedores para recuperar los terrenos rurales del abandono. Es necesario dar facilidades e incentivos para movilizar una gestión colaborativa de los propietarios forestales. Pero cuanto más tardemos en reaccionar peores serán las consecuencias.

¿Hay suficiente personal y formación para asegurar el progreso del sector forestal?
El sector forestal, salvado el bache de esta crisis, ha sido y será un sector en crecimiento y con un desarrollo tecnológico importante, lo que supone que hay demanda de profesionales cualificados. Por ello es muy necesario incorporar jóvenes profesionales al sector. Con el abandono rural se complica encontrar equipos adecuados. Desde Ence hemos puesto en marcha varias iniciativas para formar y transmitir conocimiento en materia de gestión forestal, aprovechamientos, y selvicultura, para hacer frente a las demandas específicas del sector. En los últimos meses hemos lanzado cursos de maquinistas para fomentar la profesionalización y el empleo en las empresas forestales, y no estamos trabajando solos, es preocupación y esfuerzo común del sector, y de la administración gallega, con importantes esfuerzos desde XERA y AGACAL.

Pocas empresas forestales y silvicultura han recurrido a Ertes. ¿Cómo ve ahora la situación?
Se ha agravado, sin duda, con el alargamiento de la pandemia y la incertidumbre global, y lo que viene no es nada halagüeño, según dicen la mayor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial. Las empresas rematantes nos transmiten una situación muy complicada, muchos firmarían mantenerse en la actividad sin ganar ni perder este año. Para el sector es un tejido fundamental, responsable de cerca del 70% de nuestro suministro. Si a ellos les va mal, también a la industria y a los propietarios, que tendrán más dificultades para encontrar a quien vender su madera. En cambio, la selvicultura no se ha visto tan afectada, de forma coherente con lo que ocurrió en la crisis de 2008. Estas crisis hacen a la gente consciente de la importancia de ingresos que obtienen del monte cuando se invierte y se gestiona. Es un seguro para tiempos difíciles.

¿Hay que incrementar cortas en A Mariña y Ortegal? Hay quien aboga por doblar el volumen anual en Galicia, de 9 a 18 millones de toneladas.
Es claro que la madera de eucalipto es un recurso renovable muy valioso que permite obtener cada vez más productos de los que ya usamos cotidianamente cuya demanda aumenta: nuevas celulosas para absorbentes o fibras textiles, como tenemos previsto desarrollar en Navia en cuanto nos lo permita la crisis, y muchos otros productos capaces de sustituir derivados de petróleo, con los beneficios ambientales y de lucha contra el cambio climático que su uso responsable conlleva si se obtienen a partir de una gestión sostenible. Teniendo en cuenta que no hay madera de eucalipto de sobra en el mercado gallego, para responder a esta creciente demanda global de bioproductos basados en madera, generando más valor, es muy necesario solucionar los problemas e ineficiencias de gestión que separan las plantaciones de su potencial productivo, sin duda mayor que el actual. Desde Ence llevamos varios años invirtiendo en ayudar a los propietarios a renovar masas de bajo crecimiento, masas muy pasadas de turno de corta, ayudándoles incertidumbre a replantar los montes y ofreciendo primas especiales. Hasta dónde seremos capaces de llevar esa productividad entre todos, está por ver, pero a nivel de Galicia, estoy seguro que se puede dar un salto muy relevante. Ahora bien, no podemos llegar a ello sin apuntalar también su sostenibilidad con la ordenación y gestión de otros factores de gran importancia como la biodiversidad, la situación sanitaria, la defensa de los ecosistemas contra los incendios, los riesgos sanitarios, los servicios ecosistémicos...

¿Considera sostenible la actual gestión forestal e industrial de la franja cantábrica?
Hay mucho que hacer. La situación de abandono de la gestión también afecta a una parte relevante de la superficie de eucalipto del noroeste. Cada vez hay menos propietarios cerca de sus montes, y es poco frecuente que tengan los conocimientos, herramientas y oportunidades necesarios para colaborar entre ellos, lo que hace que la situación sea muy mejorable. Por nuestra parte queremos contribuir y apoyar a los propietarios para que puedan llevar una gestión óptima, escuchando sus necesidades y compartiendo con ellos nuestro conocimiento de diversos modos, llegando incluso a hacernos cargo nosotros mismos de ella directamente a través de diversos tipos de acuerdos de gestión, para lo que contamos con una dirección de desarrollo de patrimonio forestal.

¿Avanzan los procesos de certificación forestal para favorecer la gestión del propietario?
La promoción de la certificación forestal sostenible, a través de esquemas voluntarios como el FSC® o PEFC, es de vital importancia para nosotros y para el sector, y colaboramos con los propietarios para que puedan ellos mismos llevar a cabo una gestión forestal sostenible certificada. Por supuesto queremos que los montes que gestionamos directamente sean un ejemplo en este sentido, y aplicamos en ellos los criterios de responsabilidad y sostenibilidad más exigentes a nivel internacional. De hecho, hemos sido pioneros en la implantación de programas de certificación forestal en nuestra gestión, siendo, además, la primera empresa en obtener los certificados en gestión forestal responsable en la Península Ibérica, incluyendo la certificación de la cadena de custodia.

El precio de la madera es factor importante pero no único y debemos ofrecer satisfacción

La productividad de los montes parece mejorable, desde los viveros e industrias se están desarrollando nuevos manejos y la investigación de sus clones también avanza, ¿falta mucho todavía para alcanzar la de otros países?
En nuestros viveros tenemos disponible una segunda generación de planta mejorada que tiene condiciones excelentes para cualquier situación, pero no siempre el propietario la conoce o está dispuesto a adquirirla, aunque tiene un precio muy competitivo. La ganancia de estos materiales sobre la planta de semilla normal, supone un incremento de producción que puede ser de un 30% o un 60% si se acompaña de una selvicultura adecuada. Usarlos debería ser incuestionable en los montes de buena calidad productiva. De cualquier modo, nuestro avanzado programa de mejora es muy ambicioso y de largo plazo, y esperamos seguir obteniendo de él importantes mejoras.

¿Cómo está afectando el cambio climático a la actividad y el medio natural?
Los procesos de cambio desencadenados nos obligan a adaptarnos y ser flexibles, porque sin duda los cambios en la temperatura y régimen de precipitaciones van a afectar a la distribución potencial de especies y a su productividad. Por ello es fundamental monitorizar los indicadores de cambio y tener un plan de acción para tomar iniciativas de mitigación y adaptación. Por nuestra parte tenemos un primer plan de acción desarrollado que estamos ejecutando, y, por supuesto, es fundamental que impulsemos conjuntamente el trabajo desde el sector y las administraciones.

¿Hay avances en la certificación de masas y en el reconocimiento del sector forestal?
La certificación forestal está adquiriendo cada vez un mayor reconocimiento por parte de la sociedad en general, que es cada vez más consciente de la importancia de las masas forestales y exige garantías de que se gestionan de forma sostenible. Sin duda, la certificación es un fundamento importante para el reconocimiento del sector forestal, el cual es clave no sólo para el propio sector, sino para toda la sociedad, que, para tomar decisiones, debe ser capaz de apreciar en justicia lo que el sector le aporta y cómo mejorarlo. Creo que la sociedad en general aún no lo valora suficientemente. La enorme mayoría de los que trabajamos en el sector nos sentimos orgullosos de pertenecer al mismo, nos damos cuenta del potencial forestal que tiene Galicia, y de lo mucho que aporta en términos económicos, sociales y medioambientales a la sociedad. Ahora que nos adentramos en la bioeconomía, por necesidad y por demanda de la sociedad, el papel de los productos forestales es cada vez más importante, variado e innovador. Desgraciadamente sigue habiendo críticas infundadas locales que menosprecian el sector y lo tiñen de una imagen cutre. Se habla de que no hay segunda transformación ignorando el sector del contract, tan importante en Galicia, que cuenta con empresas que son punteras a nivel mundial. Y, siendo importante encontrar alternativas y diversificar, se critican injustamente las especies fundamentales que se cultivan en Galicia: el pino y especialmente el eucalipto, sin considerar la enorme fuente de generación de riqueza y empleo rural que suponen, no solo compatible, sino enriquecedora de amplias zonas forestales. Incluso hemos podido oír en semanas pasadas culpas arrojadas automáticamente al eucalipto por los incendios de Ourense, sin darse cuenta de que apenas hay allí eucalipto, y cuando precisamente el problema fundamental de su propagación está en el abandono y la falta de alternativas rentables...

¿Qué repercusiones tendrá o están viendo ya en la modernización de la fábrica de Ence en Navia?
Ha sido un cambio importante para nuestra biofábrica, una mejora en todos los sentidos: hemos conseguido aumentar sustancialmente la producción de celulosa en 80.000 toneladas a través de una potente inversión de 130 millones de euros que ha afectado prácticamente a todos los procesos de la planta, y que supone reducir el coste de producción, mejorando nuestros resultados y competitividad. El proyecto nos ha permitido además mejorar su comportamiento ambiental reduciendo el impacto en el entorno gracias a la instalación de equipos y tecnologías más eficientes en el uso de energía y materias primas. Con esto hemos convertido la biofábrica de Navia en uno de los centros más sostenibles, competitivos y modernos en la producción de celulosa sostenible.
 

La pastera reforzó plantilla y prevención ante el covid
Superar la crisis del coronavirus, apoyándose en el impulso de las energías renovables y en celulosa obtenida de manera sostenible es el objetivo de Ence, pese a la mala coyuntura mundial, que ha llevado los precios de la pasta a mínimos. Este martes anunció 16 millones de pérdidas en el tercer trimestre por este motivo, acumulando 42 millones perdidos en lo que va de año. No obstante, la pastera consigue resistir al covid- 19 y mantiene activas Navia y Pontevedra. Las ventas de energía renovable sí están un 2% por encima del año pasado y la compañía se asegura un precio de 770 dólares la tonelada para 193.200 toneladas de celulosa en 2021, una mejora del 13% en el precio para cerca del 20% de su celulosa.

La salud es lo principal. En marzo ya impulsó el teletrabajo como medida preventiva, ha reforzado controles a la entrada de la fábrica y tanto empleados como transportistas habituales pasan pruebas para minimizar riesgos. La planta de Navia incluso ha incrementado empleo, reforzando personal que vigila protocolos, creando equipos específicos para retenes y limitar el contacto, cubriendo bajas, etc. Al funcionar sin paradas, se han mantenido las labores en los montes.

Como actividad esencial para productos sanitarios e higiénicos con celulosa, la eficiencia y competitividad dependen de un equipo humano que debe optimizar los procesos, Incentivando el uso de un portal de proveedores donde se gestiona toda la documentación como albaranes, estado de permisos, entrada de madera, se mejora la seguridad de ambas partes.

Comentarios