Un nuevo trabajo de investigadores del Laboratorio de Radón de Galicia -en el que 230 de los 3.700 participantes son lucenses- ha probado la relación lineal entre la exposición al gas y el riesgo de cáncer de pulmón. Es decir, no es solo que sea un factor de riesgo sino que, a medida que se incrementa la exposición aumenta de forma equivalente el riesgo relativo de desarrollar un tumor.
Ese es el principal hallazgo del estudio, publicado en la revista Environmental Research, según explica el profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la facultad de Medicina Alberto Ruano Raviña, que admite que la relación entre radón y cáncer de pulmón es conocida desde hace tiempo. Sin embargo, probar ese aumento lineal del riesgo y, además, observando también cómo interactúa la exposición al gas con otro factor como el tabaco y en un número amplio de personas es la cuestión más relevante de este trabajo en el que figura como segundo firmante.
El trabajo contó con 3.704 participantes, de los que 1.842 eran pacientes oncológicos con un tumor pulmonar y 1.862 integraron el grupo de control. En concreto, de la provincia de Lugo fueron 98 personas con cáncer de pulmón y 132 personas sanas.
Los investigadores, además de observar una relación lineal y estadísticamente significativa en la relación entre radón y ese tipo de cáncer también encontraron que el tabaco produce un efecto amplificador. Los datos muestran que el riesgo para una persona no fumadora empieza a aumentar a partir de los 50 bequerelios por metro cúbico, una medida muy por debajo de los límites establecidos por diversas organizaciones internacionales.
EN AUMENTO. A partir de 200 bq/m3, el riesgo se multiplica por dos frente a aquellas personas que tienen concentraciones por debajo de los 50. Eso corresponde a personas que no fuman. Si lo hacen, y especialmente si son grandes fumadores -personas que fuman grandes cantidades y durante un periodo largo de tiempo- y están expuestos en su vivienda a gas radón en unas concentraciones iguales o superiores a los 200 bq/m3 el riesgo se multiplica por 29 comparado con una persona no fumadora con una baja presencia del gas en su domicilio.
Ruano recuerda que, aunque se habla de exposición residencial porque las mediciones suelen hacerse en las viviendas, el riesgo existe de forma idéntica en los puestos de trabajo, un lugar donde se pasa largo tiempo y por tanto se está en condiciones de recibir exposiciones prolongadas.
Afecta al 70% del territorio gallego
Zona Sur y A Montaña
La Zona Sur y algunos ayuntamientos de A Montaña son los más afectados.
Norma sin aplicar
Alberto Ruano recuerda que una directiva europea fija en 300 bq/ m3 el límite de concentración del gas en una vivienda o puesto de trabajo, pero que todavía no ha sido incluida en el ordenamiento jurídico español.
