Estrella pontesa de la comunicación

Dani Álvarez salió de As Pontes en dirección al País Vasco hace 20 años para estudiar Periodismo. Hoy es un reputado comunicador que ha entrevistado a cinco lendakaris y acaba de dar un exitoso salto a la pequeña pantalla con El lector de huesos, un programa en el que trabaja mano a mano con el doctor Etxeberría.
El pontés Dani Álvarez, con el prestigioso forense Paco Etxeberría, con quien realiza el programa El lector de huesos
photo_camera El pontés Dani Álvarez, con el prestigioso forense Paco Etxeberría, con quien realiza el programa El lector de huesos

Dani Álvarez salió de su As Pontes natal hace dos décadas con la mochila cargada de ilusión por triunfar en el mundo de la comunicación. Y vaya si lo ha conseguido. Hoy es una de las caras más visibles de la televisión vasca y un habitual de las tertulias radiofónicas, un medio que le apasiona desde que era un niño y donde ha dirigido varios programas desde muy joven.

«La radio siempre estuvo muy presente en mi casa. Recuerdo estar escuchando a José María García y otros míticos en la cama con mi padre. Esas retransmisiones con tanta pasión me fueron enganchando poco a poco. Ahora hay fútbol en la televisión todos los días, pero entonces no», cuenta Dani, que en su último curso de Periodismo ya consiguió hacerse un hueco en Radio Euskadi. Y hasta hoy.

Vivió profesionalmente etapas muy complicadas en el País Vasco, con una banda terrorista Eta en pleno apogeo, que pasó de asesinar a guardias civiles o policías a ampliar su radio de acción a profesores, periodistas o políticos.

«Fue una época complicada en la calle, la universidad... Había que observar mucho y medir las cosas que hacías o decías», relata Álvarez, que pese a ello recuerda esos años con cariño.

«Toda esa violencia y revuelta social que dio comienzo desde el secuestro de Miguel Ángel Blanco fue un grandísimo aprendizaje para mí a nivel profesional, y hoy el País Vasco es radicalmente distinto», confirma el comunicador, siempre en constante análisis del devenir político en Euskadi, pero también en Galicia, una tierra que no olvida, pero a la que por el momento no tiene previsto regresar.

Poco a poco y a base de mucho esfuerzo y talento, el pontés es uno de los periodistas estrella en tierras vascas. Puede presumir, aunque no lo hace, porque irradia modestia por los cuatro costados, que ha entrevistado a cinco lehendakaris. «No es una mala cifra. Dedicándote al periodismo en el País Vasco es lo máximo a lo que puedes aspirar y tengo la suerte de tener una buena relación con todos ellos. Les respeto mucho», dice el pontés, que se pone frente a los micros cada día a las seis de la mañana.

Siempre ha estado vinculado a la información política, incluso fue el presentador del debate electoral de los candidatos a la Lehendakaría en 2012, pero ahora ha dado el salto a la pequeña pantalla y por todo lo alto, con el programa ‘El lector de huesos’, un trabajo al que se enfrenta junto al forense Paco Etxeberría, al que califica como «un buen amigo».

«Cuando me lo propusieron no sabía donde me metía. Es un formato desenfadado y me muestro como soy. Tuve dudas al principio, porque siempre he tenido un perfil serio de informativos, pero en realidad estoy hipertatuado», dice el pontés, aficionado a la música metal, otra de sus grandes pasiones.

El pontés vivió épocas complicadas con Eta en pleno apogeo, unos años en los que asegura aprendió mucho profesionalmente

Finalmente, este salto profesional, en el «CSI a la vasca», como él mismo lo define, le ha reportado grandes satisfacciones, aunque ha perdido parte de su intimidad y el anonimato que le concedía la radio. «Ahora la gente me reconoce por la calle», asegura Dani, mientras explica que el programa está siendo un éxito y que ya lo han comprado otras televisiones autonómicas.

«Trabajamos con casos reales que reconstruimos con experimentos muy visuales. Por ejemplo, hemos podido ver cómo entra una bala en un cráneo, o cómo se clava un arma blanca en un cuerpo humano», explica el periodista pontés, que acaba de grabar la segunda temporada, después de haber trabajado en casos como el de José Bretón, Asunta Basterra, Salvador Allende o en una fosa común de represaliados.

El éxito siempre le ha acompañado. Pese a ello, mantiene firmes los pies en la tierra y no se plantea dar el salto a una televisión o radio nacional. «En Bilbao estoy muy a gusto y no me planteo marcharme a Madrid o Barcelona. Ir por pensar que juego en otra liga no es un objetivo que me marque, aunque no digo que no vaya a pasar algún día», subraya Dani, que seguirá haciendo lo que más le gusta todo el tiempo que se lo permitan, aunque ello le reste tiempo para disfrutar de otras cosas que también le apasionan, entre ellas su familia.

Está claro que el éxito no ha hecho mella en este joven comunicador, que vuelve a su localidad natal siempre que tiene ocasión. «Uno no puede elegir donde nacer, pero yo me siento muy orgulloso de ser pontés», dice, mientras confirma que sigue siendo un «fijo en las quinielas cuando llegan las Festas do Carme e A Fraga», a las que nunca falla. Y que así siga siendo por mucho tiempo.

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