Una estradense acepta dos años por cobrar 20 años la pensión de su abuelo muerto

Admite el delito y sostiene que "nadie le pidió ningún papel" 
 

La vecina de A Estrada que cobró 20 años la pensión de su abuelo fallecido GONZALO GARCÍA
photo_camera La vecina de A Estrada que cobró 20 años la pensión de su abuelo fallecido. GONZALO GARCÍA

Una vecina de A Estrada ha aceptado una condena de dos años de prisión por cobrar durante 20 años la pensión de su abuelo fallecido. El juicio se ha celebrado este jueves en la Sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra. 

La mujer reconoció que había estado cobrando la pensión de su abuelo -con quien compartía una cuenta bancaria- pese a que este llevaba 20 años muerto. El cobro indebido se produjo entre 1996 y 2016, cuando el Banco Santander (pagador del subsidio) se extrañó de la longevidad del beneficiario, que entonces debería tener 105 años.

La mujer admitió que durante dos décadas percibió un total de 132.000 euros que no le correspondían, pero en su defensa alegó que nadie, ni el banco ni la Seguridad Social, le reclamaron nunca ningún justificante de su abuelo hubiese fallecido. Se conformó con una condena de dos años de prisión y a la devolución al INSS de 99.000 euros, toda vez que la entidad bancaria ya devolvió 33.000 euros, correspondientes a las pensiones comprendidas entre 2012 y 2016. 

Sin embargo, al ser insolvente, la responsabilidad civil recae sobre la entidad, quien expuso, en su defensa, que este proceso se debe a "una negligencia" de la Seguridad Social, por no habilitar los mecanismos para notificarle la defunción del titular de la cuenta. Una argumentación que comparte la Fiscalía, si bien la hace extensiva al propio banco, pues existe una norma que obliga a todas las entidades a certificar anualmente la supervivencia de los receptores de cualquier tipo de prestación pública.

La abogada de la mujer, por su parte, consideró que el pago del dinero pendiente debe dilucidarse entre el Santander y el INSS, "porque eran responsables de realizar las comprobaciones que nadie reclamó a mi clienta". Y aunque hoy en día el proceso ya está informatizado y automatizado, en aquel entonces (año 1996), "ambas entidades debían haberse encargado de reclamar la documentación a la nieta del fallecido, pero no lo hicieron".