Médico de familia y sexóloga clínica

Estefanía Fernández: "Cuanto antes se empieza a hablar de sexo con los niños más fácil es"

La Diputación promueve un proyecto de educación sexual con el que pretende llegar a centros de educación primaria de los 67 municipios lucenses. La médico especialista Estefanía Fernández es la responsable de coordinar una iniciativa "muy necesaria", opina.

Estefanía Fernández. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Estefanía Fernández. VICTORIA RODRÍGUEZ

España es uno de los pocos países de Europa que todavía no cuenta con una educación sexual obligatoria en la escuela. De hecho, y según indica Estefanía Fernández, la coordinadora del proyecto impulsado por la Diputación, los jóvenes hoy reciben exactamente la misma información que recibían sus padres en su momento.

¿Cuánto tiempo llevan con este programa de educación sexual y dónde han intervenido?
Empezamos en diciembre, justo antes de la Navidad. Hemos ido por Castro Ribeiras de Lea, Outeiro de Rei y Rábade. En enero hicimos toda la zona de A Mariña y hace unos días estuve en Vilalba, en dos colegios y cuatro clases. Hemos hablado ya con más de 300 niños de los 1.500 que contempla el proyecto.

Usted es médico de familia.
Sí. Empecé a estudiar sexología clínica porque veía que era un tema que no se trataba. Como médico de familia nos llegaban muchos temas relacionados con la sexología y nos dimos cuenta de ese problema. Además, tengo dos hijos en educación secundaria, una situación que también me permitió ver de primera mano los problemas que existen sobre educación sexual en esas edades. Me di cuenta de que se daba la información como me la habían dado a mí. Yo tengo casi 48 años y me parecía increíble que tuvieran la misma educación que recibí yo.

¿Qué tipo de información reciben hoy en día?
Echo en falta un poco más de la realidad. Los dibujos, por ejemplo. Todos explican muy bien cómo somos por dentro. Todos los aparatos, todos los órganos por dentro. Un niño te puede decir las cavidades del corazón, dónde tenemos los riñones... Pero le preguntas cómo es un cuerpo desnudo, de su sexo o del otro sexo, y no sabe qué decir.

"No aprendemos a conducir viendo Fast&Furious y no podemos aprender de sexo con la pornografía"

Cuanta menos y peor información, más problemas sexuales.
Me he dado cuenta de que a mi consulta, la mayor parte de la gente que viene, viene por un problema de educación sexual. Pensaba que iba a tener gente con patología crónica y creía que la gente joven estaba más sana. Mi chasco fue ver que no. Ver que la mayoría de mis pacientes son gente joven, con muy poca información sexual y con muchos problemas sexuales por falta de educación. Es muy triste que ocurra en pleno 2019.

¿Cuáles son los problemas más frecuentes que atiende?
El ejemplo de cómo puede repercutir la educación sexual en tu vida es ese paciente joven que viene con un problema de eyaculación precoz. Yo le pregunto por qué cree que tiene ese problema y me responde que porque no aguanta más de cinco minutos. Lo que pasa es que se educan con la pornografía, entonces creen que tienen problemas que no existen. El tiempo medio de un coito es de cinco minutos. Habrá gente que dure tres y otros que duren 15. Uno no puede aprender a conducir viendo ‘Fast&Furious’ y tampoco puede aprender sexo viendo pornografía. Si no educamos a nuestros hijos de manera científica, lo aprenderán todo a través del porno. Y de ahí surgirán muchos problemas que realmente no lo son.

¿En qué les afecta el consumo de pornografía a tan temprana edad?
Les afecta porque creen que eso es la realidad. El porno es mentira, una mentira elevada al infinito y más allá. Cuerpos diferentes, operados y utilizan drogas. Les pregunto siempre lo mismo. ¿Cuánto tiempo creéis que el pene está dentro de la vagina? Los que ven porno responden que 30 minutos o una hora. Y les tengo que decir que no, que la media es de cinco minutos. ¿Qué pasa? Que encontrarán problemas en sus primeras experiencias sexuales porque querrán alcanzar algo que es imposible. Como manejar una nave espacial de Star Wars. Irreal.

¿Qué parte de culpa tienen los padres?
Yo siempre les digo, o les educáis vosotros o les educan los ‘youtubers’. En la red hay muchos peligros, es algo complicado. Y es curioso, porque cuanto más acceso a la información tenemos, peor educación recibimos.

"Nuestros hijos reciben la misma información que recibíamos nosotros, por eso no se habla en casa"

¿Es un problema ese acceso tan sencillo a la pornografía?
Yo creo que no. Los jóvenes se mueven por la curiosidad. Tenemos que tocar, ver, aprender. Antes no teníamos acceso a eso, yo aprendí sexualidad con la ‘Superpop’, es lo que había en mi época. No creo que sea el problema. Simplemente la sociedad ha cambiado mucho y nos tenemos que adaptar a ese ritmo. Y la manera de hacerlo es a través de la educación sexual. Los padres tiene muy claro que a los hijos hay que hablarles sobre drogas y alcohol, dos temas que machacamos, pero de sexualidad no, porque nadie nos ha enseñado a hablar de ella y todos tenemos nuestros pudores.

¿Existe un tabú en casa a la hora de tratar estos temas con los padres?
Sí, yo pensaba que se hablaba más, pero no. Lo he comprobado con mis hijos y las dudas que tenían de hablarlo con sus amigos. A los chavales siempre les digo que estamos en 2019 pero que nuestros cuerpos están preparados como si viviéramos en las cavernas. La naturaleza nos pide que nos reproduzcamos con 13 o 14 años, es algo que tenemos que aprender a gestionar, porque ahora nos reproducimos con 30 o 40. 

¿Cómo se toman los jóvenes las explicaciones que ofrece?
Mucho mejor de lo esperado. Es fácil hablar con ellos sobre sexo, porque quieren aprender y están en la edad para querer saberlo todo.

¿Cada vez empiezan antes con el sexo?
Tenemos estadísticas de que empiezan a ver pornografía a partir de tercero de primaria, con ocho años. Yo lo viví en mi casa. Mi hijo mayor hacía kárate y llegó un día a casa diciéndome que había visto un vídeo de una chica besándole el pene a un chico. Le expliqué por qué el pene estaba erecto y alguna otra cosa más. Al día siguiente se lo contó a todos sus amigos, claro. Estaba en tercero de primaria. No quiere decir que sea la norma, ojo. Hay muchos niños que en sexto de primaria no saben lo que es la pornografía.

¿Preguntan mucho sobre porno?
Es sobre lo que más preguntan. ¿Quién inventó el porno? Es una de las que más aparecen. Siempre les pongo unas fotografías de unas cuevas prehistóricas con imágenes eróticas para demostrarles que ya entonces se dibujaban cuerpos desnudos con intención sexual. Y aprovechamos para hablar sobre el tamaño del pene, porque en aquellas imágenes prehistóricas lo dibujaban más grande que el tórax de la mujer. Lo que demostraba que la preocupación por el tamaño del pene existe desde siempre.

Y más en esas edades.
Sí, claro, porque empiezan a estar en vestuarios y compararse es difícil, porque son edades en las que algunos están ya desarrollados y otros no. Nuestro objetivo es que sean conscientes de que es una cuestión de etapas y que todos vamos a llegar al mismo sitio, más tarde o más temprano. Es una cuestión científica.

¿Cuáles son las dudas más comunes que tienen a esas edades?
Preguntan mucho sobre sexo oral y sexo anal, lo que ven en la pornografía. Cómo lo hacen los gays y si un hombre se puede quedar embarazado si le meten un pene por el ano. Ahí hay que volver al principio y volver a explicarles todo, que el ano es el final del conducto digestivo y que para que pueda haber embarazo tiene que haber un útero, una vagina, un óvulo, un espermatozoide, unas trompas de falopio y unos ovarios.

Según su opinión, ¿cuál es la enseñanza fundamental que debería permanecer entre los jóvenes después de este programa?
Vivimos en una sociedad coitocentrista y deben aprender que el sexo no es solo el coito. Hablamos de eso, de que la sexualidad es mucho más y la tienen que encontrar también en los afectos, en los besos y en el cariño.

¿Qué consejo le da a los padres con hijos jóvenes?
Que hablen mucho con ellos, que les pregunten mucho, que sepan cómo están. Cuanto antes empiecen a hablar de sexo con ellos más fácil es y menos problemas tendrán en el futuro. A más información, menos promiscuidad.
 

Comentarios