"Estar soltero sale caro". Es la conclusión que ha extraído Acierto.com de un estudio realizado con motivo de San Valentín y el Día del Soltero, a partir del que calcula que los singles acaban el año con un patrimonio personal de 7.500 euros menos que los casados en la misma situación económica. ¿Cuáles son los motivos?
Acierto.com destaca, para empezar, que los solteros no pueden beneficiarse de determinadas ventajas fiscales —como la tributación conjunta del IRPF o bonificaciones en el impuesto de sucesiones en algunas comunidades— y pagan más por determinados servicios, porque "la oferta no está pensada para ser uno".
Es el caso de los paquetes vacacionales, las habitaciones de hotel —porque una individual "vale prácticamente lo mismo que una doble"—, el alquiler de la vivienda o hasta la comida del supermercado. Y es que, según la firma, "muchos envases obligan al consumidor a comprar de más".
El porcentaje de solteros que conducen coches de más de 15 años supera ampliamente al de casados
El estudio ha encontrado diferencias hasta en los seguros de coche. Atendiendo a las cifras que maneja el comparador, los solteros pagan un 34% más por su póliza. "Esto no tiene que ver tanto con el nivel de siniestralidad como con la antigüedad de sus vehículos", constata, porque revela que los solteros dan menos partes al seguro pero son propietarios de coches más antiguos. En concreto, tienen vehículos de más de 15 años "en un 20,4% más de casos que los casados".
"Teniendo en cuenta que la edad media de los vehículos que se ven inmersos en un accidente supera los doce años, no es de extrañar que el seguro les salga más caro", subraya Acierto.com, según Europa Press.
Sumado todo, el resultado es la diferencia estimada en el patrimonio y que, además, los singles "viven más estresados, no solo por su capacidad adquisitiva, sino porque deben asumir en solitario sus responsabilidades familiares".
Acierto.com señala, de hecho, que nueve de cada diez solteros tienen estrés, y que eso incide directamente sobre su esperanza de vida, "inferior a la de las personas casadas". "También influyen sus hábitos: duermen menos —aunque mejor— y beben y fuman más", apunta. A cambio practican más deporte y se mantienen en mejor forma física.
