Opinión

Estar a la altura

DESDE HACE unos días parece que vivimos todos inmersos en una película de serie B. Uno de esos telefilmes de sobremesa de bajo presupuesto sobre contagios o catástrofes naturales. O un capítulo de Black Mirror o Wayward Pines, por citar dos series de ficción distópica. La diferencia estriba en que aquí las cosas son reales, aunque no lo parezcan. Y lo que comenzó siendo una crisis sanitaria acabó convirtiéndose primero en epidemia, después en pandemia y ahora en una seria amenaza para nuestra economía, nuestro modo de vida, nuestra salud mental y hasta nuestros hábitos sociales. Por ello, más que nunca, hay que apelar a la responsabilidad individual en beneficio del interés general. De todos y cada uno de nosotros depende que podamos batir a un virus que hoy es una pesadilla colectiva y que en meses puede ser historia. Basta con pequeños gestos y con saber estar a la altura.


En la primera línea del frente 

La crisis del coronavirus ha servido para poner en valor el trabajo de médicos, enfermeras y demás personal sanitario. No les ha importado arriesgar su salud para atender a los enfermos. A todos ellos solo cabe expresar inmensa gratitud.

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