Opinión

España en modo elecciones

Incertidumbre inestable en la confusión de los pactos. Los partidos se devoran bajo la amenaza de nuevos comicios

ES COMPRENSIBLE la frustración de Podemos y Vox por el trato que les dispensan PSOE y PP, cabezas naturales del bipartidismo tradicional, con la inestimable ayuda bisagra de Cs. Iglesias y Abascal están siendo tratados como apestados, por momentos humillados, cuando ambos líderes y sus respectivos partidos son legítimamente necesarios para gobernanzas e investiduras nacionales y autonómicas por designio legal democrático del sufragio universal. Las urnas determinan la representación de la voz del pueblo, llamada así de forma engañosa a la vista del uso que algunos políticos están dando al deseo expresado por los ciudadanos.

La sociedad española está viendo día tras día que a ciertos líderes golosos les importan por encima de todo los sillones del poder y se la trae al pairo el compromiso social representativo adquirido con los votos recibidos en el sinfín de elecciones que ha padecido España. Y digo padecido porque observando el sainete postelectoral de los pactos, los españoles sienten preocupación por la falta de coherencia y honestidad con la que se afrontan diálogo y acuerdos de supuesta gobernabilidad mientras España se mantiene en modo elecciones.

Este país pasa en 2019 por una de sus mayores crisis de identidad y fragmentación que hacen del presente y del futuro inminente espacios de tiempo ingobernables. El desafío separatista ilegal no resuelto está pendiente de las sentencias del procés y de unos indultos que el causante inicial del escenario del problema, Zapatero, es partidario de estudiar con su desprestigiado talante. ZP sigue siendo, de la A a la Zeta, un enorme elemento corrosivo por sus presiones incomprensibles nada menos que al Tribunal Supremo y sus continuas injerencias pro-bolivarianas en Venezuela. Si damos un repaso al discurrir negocia-dor observamos con perplejidad que el PSOE carga la responsabilidad de su mayoría minoritaria insuficiente sobre las espaldas del PP y de Cs. La ligereza científica, por utilizar una palabra suave, con la que los dirigentes socialistas regañan a la oposición por no facilitar la investidura de su candidato traiciona su talla intelectual y su cultura política. Del mismo modo, despreciar su alianza natural con Podemos por prejuicios y cuotas de poder demuestra que la ambición no tiene límites ni dichas limitaciones, tienen otra explicación salvo esconder objetivos comunes ideológicos federalistas y republicanos. El Gobierno socialista salido de la moción de censura con votos de comunistas, proetarras y separatistas golpistas juzgados por el Supremo ha descubierto que su victoria electoral es tan dulce como amarga, porque la investidura no está hecha salvo con esas compañías que aterran a Sánchez y desprecia el PSOE menos radical.

Y mientras el sanchismo entrega ayuntamientos y comunidades como la Navarra a los amigos del independentismo y los herederos políticos de Eta, cobra vida el mismismo discurso destructivo contra la llamada despectivamente extrema derecha hasta convertirla en la peor calaña prolongada del franquismo. Del mismo modo que se reprocha a Sánchez sus amistades peligrosas, se establece un paralelismo de las tres derechas con posiciones ultras acuñado por Moncloa tras la manifestación de Colón, lo que permitió al PSOE iniciar un relato electoral que mantiene. El pretendido blanqueo de Otegui como socio potencial de Sánchez en la semana de homenaje a las víctimas de Eta no es equiparable a la coartada de paralelismo alguno entre Bildu y Vox.

En el caso de Cs, observamos un partido atrapado en su ambigüedad a derechas e izquierdas, que firma y pacta a la vez con PSOE y PP, y que también es injustamente tratado en el idílico edén de la transversalidad. La presión política y mediática para obligar a la abstención de Rivera es brutal y solo se explica en la retórica del debate pues traspasa por momentos el respeto democrático. Pero esa misma medicina que aplica el PSOE a Cs se aplica desde el partido de Rivera y Arrimadas a Vox.

El PP, sumido en la crisis sucesoria del marianismo, capea su hundimiento electoral con sumas de derechas en Andalucía, Madrid y otras comunidades y ayuntamientos que le están resultando tan espinosas como monteros. Eso provoca un estrés de incertidumbre a Casado por obra ‘ciudadana’ pues veta a la derecha de la derecha popular si damos por hecho que Podemos es la izquierda de la izquierda socialista y no la supuesta extrema izquierda equivalente a la presunta extrema derecha.

Dejando a un lado la propaganda ideológica en anécdota ultra democrática, juzguemos a PSOE, PP y Cs por sus obras, ojitos y asquitos hacia los patitos feos del reparto de cargos. Otra cosa son los golpistas independentistas y los beneficiarios políticos de los asesinos de Eta, pues cualquier cohabitación con ellos, pese a ser partidos legales aunque legal, ética y moralmente censurables, pone en riesgo la estabilidad y unidad de España. La amenaza a la viabilidad del sistema y a la operatividad de las instituciones, empezando por la Corona, nos puede abocar a unas nuevas elecciones que no garantizan la gobernabilidad de un país amenazado por la parálisis económica y el sostenido desafío ilegal separatista.

Pildoras de cotilleo

ES COMPRENSIBLE la EL CHISMORREO dice que Pablo Casado mantiene su idea de nombrar portavoz en el Congreso a Cayetana Álvarez de Toledo. No se descarta que Ignacio Cosidó continúe como portavoz en el Senado, aunque se ha especulado con la posibilidad de Javier Maroto. El vicesecretario del PP no obtuvo escaño por Álava pero puede ser senador por designación autonómica, si bien no ha entrado por Valencia. La otra opción es hacerle portavoz del Gobierno madrileño. En Ferraz piensan que Pedro Sánchez será investido pese al pulso de Pablo Iglesias por al menos un ministerio podemita. Pablo Iglesias no tragaría con Manuela Carmena. En el PP consideran que la investidura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de Madrid está al alcance pese a los órdagos de Vox y las exigencias de Cs. La Moncloa ha dado orden de blanquear a Bildu y Otegui por si son necesarios sus votos y por la ofensa en Navarra al constitucionalismo. Y Ángel Ron prepara su defensa por el popular y defiende su inocencia allá donde va.

Foro Atlántico La Toja

EL EMPRESARIO lucense afincado en Cataluña, Amancio López Seixas, impulsa desde el Gran Hotel de La Toja un nuevo Foro Atlántico con ideas en defensa de los valores democráticos. Presidido por el exministro Josep Piqué, el Foro Atlántico, cuya primera edición se celebrará en octubre, cuenta en la vicepresidencia con el Catedrático de Economía vigués Antón Costas, una cabeza amueblada en la Barcelona de Colau, ERC y Valls. La Dirección General correrá a cargo de Carmen Martínez Castro, ex secretaria de Estado de Comunicación. En este Foro veremos importantes autoridades y personajes nacionales e internacionales, que seguramente superarán en importancia y resultados al otro Foro Atlántico que acaba de celebrar esta semana en Madrid su duodécima edición. En él han participado Vargas Llosa y Felipe González, moderados por Bertín Osborne. En La Toja, el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, ejerció de maestro de ceremonias con un discurso repleto de ironía y contenido sobre el relevo que el Atlántico toma del mar Mediterráneo con el que conviven algunos de intervinientes en el acto de la Toja.

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