Adiós al Hospital Xeral: "Es importante, pero me da pena"

Los vecinos de A Residencia reconocen que las obras son fundamentales para revitalizar un barrio decaído, pero no dejan de sentir cierta nostalgia por la desaparición del viejo hospital

Una vecina observa la demolición del Xeral. XESÚS PONTE
photo_camera Una vecina observa la demolición del Xeral. XESÚS PONTE

Un hombre mira las obras de demolición del Xeral. XESÚS PONTE"Es una de las obras más importantes de los últimos años en Lugo, pero me da pena que se tire". Cecilia Vázquez, que preside la asociación vecinal de A Residencia, contemplaba desde la azotea de su vivienda los trabajos de demolición del viejo Xeral. Siente nostalgia al referirse al viejo hospital porque, además de ser vecina, pasó más de media vida en él, 39 años en total.

Esta activa directiva vecinal trabajó en el Xeral desde que se incorporó al servicio de Traumatología allá por el verano de 1972, cuando el ministro Licinio de la Fuente inauguró el hospital de la capital lucense, hasta que este cerró sus puertas el 31 de enero de 2011, con motivo de su traslado al recién estrenado Hula.

Cecilia Vázquez, que fue una de las promotoras hace ya más de un lustro de las movilizaciones vecinales para exigir que se dotase al barrio de A Residencia de nuevos servicios sanitarios, asegura ahora que "vienen más dotaciones de las que pedimos".

Las labores de derribo generaron la lógica expectación entre los vecinos, que desde la calle o desde las ventanas de sus casas quisieron inmortalizar con la cámara fotográfica de sus teléfonos móviles cómo las máquinas daban dentelladas al edificio.

No solo cambiará la vida del barrio de A Residencia, con más de 9.000 habitantes, con la llegada de los nuevos servicios, sino que también supondrá una transformación urbanística.

Inauguración del Xeral con el ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente. EPEl barrio dejará pronto de estar partido en dos por esta inmensa mole de 23.100 metros cuadrados de superficie y casi 78.000 metros cúbicos de volumen. El hospital Xeral ya no será "una muralla", como decía este martes el arquitecto Santiago Catalán, que añadía que Serra de Outes, que se encuentra en la parte de atrás del centro hospitalario, "pasará de ser una calle triste a convertirse en una vía más vitalizada".

CIERRE DE NEGOCIOS. Desde que pasó la llave el Xeral, en su entorno cerraron "41 negocios" de diferentes sectores (mercerías, bares, zapaterías, tiendas de alimentación...), según contabilizó José María Carreira, un empresario que vive en A Residencia desde hace 32 años y que hace casi un cuarto de siglo que abría en este barrio su establecimiento de productos ortopédicos. Él no se planteó entonces cambiar de aires.

"Tengo sentimientos encontrados. Cada mañana veo el edificio cuando me levanto. Me queda el regustillo porque desaparezca, pero también son necesarios los nuevos servicios", afirmó.

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