MÁS DE lo mismo. Ojalá nos equivoquemos pero lo de la Confederación de Empresarios de Galicia parece un déjà vu. Dos aspirantes a presidirla de perfil bajo y disputas territoriales por el control del poder. Esa es la eterna historia de la CEG, que lleva una trayectoria errática desde hace muchos años. Ni se logró una candidatura de consenso ni parece fácil reflotar una entidad lastrada por las deudas y por las prácticas poco ejemplares de algunos de sus exlíderes. Estos meses sonaron nombres de varios empresarios y empresarias —alguno con vinculación con Lugo por cierto— que podrían aportar prestigio a una patronal necesitada de él. Pero estamos en lo de siempre: si tienen a su cargo grandes empresas no disponen de tiempo para dedicarlo a la Confederación. Así que nada nuevo bajo al sol, más allá de la buena predisposición con que afronten la lucha Pedro Rey Vera y José Manuel Díaz Barreiros. ¡Que gane el mejor!
Los salarios, cuestión estética
Parece mentira que alguien con tantos asesores no se percatara de que subirse el salario en estos tiempos no está bien visto. Al final es de agradecer que Sánchez rectificara, si bien es algo puramente estético. El problema de fondo son los gastos superfluos, empezando por los propios asesores.
