El entrenador acusado de abusos a una menor lo niega y la fiscal alega que le dio "besos y caricias"

El hombre, que dirigía un equipo de fútbol sala femenino en Ribadeo, afirma que la joven lo intentó besar y él se apartó. La víctima, a la que cuadruplicaba la edad y que ejerce la acusación particular, declaró a puerta cerrada en la Audiencia de Lugo
El acusado, en el juicio celebrado en la jueves en la Audiencia Provincial de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El acusado, en el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ

"Nunca mantuve ningún contacto físico con la jugadora. Yo solo la quise ayudar y proteger". Con estas palabras se defendió este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo el exentrenador de un equipo de fútbol sala de Ribadeo acusado de abusos sexuales a una jugadora, menor de edad. La víctima declaró este jueves a puerta cerrada, por lo que su testimonio no trascendió, pero la Fiscalía mantiene que hay pruebas suficientes para concluir que le dio a la joven "besos y caricias íntimas", a pesar de que le cuadruplicaba la edad.

Las acusaciones mantienen que los abusos se iniciaron en el año 2015 –cuando la niña tenía 15 años y el hombre superaba los 60– y se prolongaron durante dos años, hasta que la menor dejó de entrenar en el equipo y denunció los hechos. Según argumenta e la Fiscalía lucense, el acusado se aprovechó "de la posición de referente y autoridad que ejercía sobre la menor, tanto en el mundo del deporte como a nivel personal, y mantuvo con ella en varias ocasiones contactos de naturaleza sexual, con besos y caricias íntimas mutuas".

El hombre negó los hechos y aseguró que mantenía con la denunciante la misma relación que con las otras jugadoras del equipo. "Un día ella me intentó besar y yo lo evité. Al día siguiente vino a mi casa a disculparse y yo le dije que no pasaba nada y que no se preocupara. Sin embargo, después empezó a mandarme mensajes para decirme que por mí lo daba todo y que si la rechazaba se quitaba la vida. Aquello me dio mucho miedo", dijo.

El acusado contó que la menor vivía en una familia "desestructurada" y que a menudo le contaba que no la trataban bien. "Una vez me dijo que le quitaran el móvil y que tenía miedo en su casa, así que le compré uno y le grabé el teléfono de la Guardia Civil por si lo necesitaba. Otra vez me dijo que la dejaban en las escaleras de madrugada y no le abrían la puerta de casa. Yo se lo comenté a la dueña de un bar al que iba a menudo y fuimos con ella hasta la comandancia para denunciar los hechos. No conté nada de los mensajes que me mandaba porque quería protegerla", aseguró.

El hombre declaró además que tuvo una discusión con una familiar de la menor, "por cuestiones deportivas, ya que el hijo de la mujer jugaba al fútbol sala", y desde entonces "le prohibieron a ella entrenar y empezaron los problemas", dijo.

En el transcurso del interrogatorio, la fiscal le preguntó al acusado por los mensajes que le enviaba él a la menor, en los que supuestamente le decía cosas como: "Te quiero solo a ti; contigo lo tengo todo y mi mujer solo es la madre de mis hijos". El acusado alegó que no recordaba el contenido exacto de los mensajes, "pero yo se los enviaba porque me daba miedo que cumpliera sus amenazas y se quitara la vida", dijo.

La fiscal expuso también que el hombre envió "varios papeles" a la joven y la coaccionó para que retirara la denuncia, unos hechos por los que ya hubo juicio, que está pendiente de sentencia.

Condena. La Fiscalía pide 5 años de prisión y 6.000 euros de indemnización
El ministerio fiscal considera que el acusado es autor de un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 16 años y solicita para él una condena de cinco años de prisión. Pide además otros cinco años de libertad vigilada y el mismo periodo de inhabilitación "para cualquier profesión u oficio, retribuido o no, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad". La acusación pública solicita igualmente seis años de alejamiento y una indemnización de 6.000 euros para la víctima por "daños morales".

Acusación particular
La acusación particular eleva su petición a siete años y medio de prisión, otros diez años de libertad vigilada y diez años de alejamiento de la víctima. En concepto de responsabilidad civil, la letrada solicita 30.000 euros de indemnización para la denunciante.

Letrado de la defensa
Por su parte, el abogado defensor pide la libre absolución, "ya que es inocente", alega.