Las excavaciones en el Castro de Viladonga han sacado a la luz un nuevo tesoro castreño. Se trata de una pequeña hacha votiva de bronce que podría datar del siglo III a.C. y tener unos 2.300 años de antigüedad. La pieza fue localizada por los arqueólogos este pasado viernes, muy cerca de las escaleras que conducen al aljibe y junto a restos de cerámica, de carbón y hueso.
El hacha supone un hallazgo "moi importante por ser tan singular", afirmó la directora del Museo do Castro de Viladonga, Elena Varela, que explicó que "pode aportarnos moita información ao ser atopada no propio castro e cun contexto», ya que otras piezas de este tipo se obtuvieron «de xeito casual e descontextualizadas".
En la misma línea se pronunciaron desde la Xunta, promotora de la campaña de excavaciones en Viladonga, que lo tildaron de "unha gran descuberta pola escaseza destas pezas e a súa profusa e complexa decoración".
PARA SACRIFICIOS. El pequeño machado, de 13 centímetros y 22 gramos de peso, es un elemento ritual, posiblemente asociado a los sacrificios de animales que se realizaban en la segunda Edad del Hierro en el noroeste peninsular.
Entre su "rica decoración" se distinguen "un prótomo de touro, un xabaril na zona mesial e un prótomo de carneiro na zona distal", además de un torque, especificaron desde la Xunta.
Así mismo, el lugar en el que apareció es una construcción castreña prerromana anterior a la construcción de la muralla del poblado, según los análisis recogidos en la campaña anterior.
Tras las debidas labores de limpieza e identificación, ya que el bronce cuando fue localizado estaba muy embarrado, los expertos se encuentran en la fase de consolidación, al no haber sido encontrado uno de los cuernos del carnero pese a que "a peza está practicamente intacta", incidió la responsable del centro.
El aljibe recientemente descubierto y este bronce, que desde la Xunta y el museo confían en que pueda exponerse al público próximamente, previsiblemente este verano, se convierten así en las "novas atraccións para o visitante nun xacemento cada vez máis rico e espectacular", concluyeron.
EN A MARIÑA. Además de en Cariño y en Lalín, también se hallaron hachas sacrificiales en Mondoñedo y en Punta Atalaia, en Cervo, aunque la de Viladonga destaca por su decoración.
El Museo do Castro de Viladonga actúa como depósito de los objetos arqueológicos encontrados en la provincia lucense. De esta forma, el museo chairego atesorará tres de las cinco hachas, junto a la de Mondoñedo y de Cervo.
Son los materiales que forman parte de la sala de reservas del museo, datados entre el megalitismo y la Edad Moderna.
