Una familia de Viveiro, con dos niños, se hará cargo de los perros que fueron abandonados el pasado martes en O Valadouro. Se trata de dos cachorros de cerca de mes y medio, que una vecina encontró en la parroquia de Budián y de los que se hizo cargo hasta la mañana de ayer, en que fueron trasladados hasta la clínica veterinaria A Marosa de Burela, para una completa revisión. Serán sus trabajadores quienes los entreguen en el día de hoy a la familia de acogida dado que la clínica, con dependencias también en Viveiro, cuenta con permiso para poder trabajar y desplazarse dentro del estado de alerta en que vive el país.
Una situación que dificulta si cabe aún más la tarea de la asociación protectora de animales de O Valadouro y Alfoz, pues están sin poder usar el refugio desde que un fuerte temporal se llevó por delante el tejado hace meses. «Agora mesmo temos todo paralizado, polo que é o Concello o que leva a cabo a recollida e fai unha autorización expresa para que nós lles poidamos buscar unha familia debido á situación de excepcionalidade», cuenta una de las responsables de la protectora.
Un trabajo que se complica en estos días que, por otro lado, son aprovechados por algunos para abandonar a los animales, ya que hay menos gente por la calle, por lo que apelan a la responsabilidad y al sentido común, al tiempo que recuerdan que el abandono de animales está penado por ley.
El abandono de estos dos perros, que irán juntos a la misma casa, se suma el de otro cachorro, de dos meses, del que tuvieron conocimiento el pasado jueves y que permanece en casa de una voluntaria a la espera de un hogar.
Para los dos encontrados esta semana tuvieron que descartar adopciones definitivas en Lugo y hasta un ofrecimiento en Santander, y apostar por uno temporal más cerca, debido a la imposibilidad de desplazarse que impera en toda España.
