Una Navidad sin planes a largo plazo es lo que planea por las calles de todo el país, aunque en la comarca se resisten a darse por vencidos y la mayoría de los concellos se vuelcan con las actividades complementarias, convencidos de que es un revulsivo para que la gente invierta en los negocios locales. Unos establecimientos que apelan a la solidaridad de los clientes cercanos y a los que invitan a consumir en la zona. El encendido en este puente de los alumbrados navideños marca el inicio de una campaña que debería ser la mejor para el comercio local, pero la incertidumbre esta ahí.
Mondoñedo fue la primera localidad mariñana en contar con alumbrado navideño, que se encendió el pasado martes en la ciudad, donde están en marcha también diversos concursos de decoración para que la localidad luzca aún más bonita.
Unos certámenes, como el de escaparates, por el que también apuestan desde el Centro Comercial Aberto de Foz (CCA) y con el que buscan, según su presidente, José Carlos Paleo, "contribuír a crear un bo e alegre ambiente de Nadal" en unas calles en las que este jueves se encenderá el alumbrado. Unas luces que esta Navidad tan atípica prometen "chegar a todos os recunchos do concello", así que tanto la villa como las parroquias lucirán engalanadas.
En Viveiro la Navidad también se convierte en algo especial, con la visita tradicional al belén gigante. El montaje de "Viveiro ante o berce" ya está concluido para ser visitado desde el domingo, aunque este año con especiales medidas de seguridad para adaptarse a la normativa sanitaria. Una visita que se recomienda planear con antelación para evitar las horas más concurridas, pero que animan a no dejar de hacer y es que merece la pena admirar la labor realizada por la Asociación Amigos do Casco Vello, con el que colabora el Concello de Viveiro y la Diputación.
El sábado se encenderá el alumbrado, a las seis de la tarde. El mismo día arrancará también en Burela, para lo que se ha apostado por un grupo musical, la Mekanikarollingband, para amenizar este punto de partida a unos días en los que los negocios confían en la responsabilidad, pero sobre todo en ser la primera opción de unos clientes que les ayuden a sobrellevar los duros días de cierre perimetral que todavía impiden acceder a gente de fuera a sus establecimientos.
