Empresas de alimentación lucenses llaman a la puerta del jugoso mercado alemán

Dieciohco firmas de embutidos, vino y pescado mostraron en una cata sus artículos a cinco importadores del país centroeuropeo
Cata organizada por la CEL. SEBAS SENANDE
photo_camera Cata organizada por la CEL. SEBAS SENANDE

El alemán es un mercado atractivo. Eso lo tienen claro las 18 empresas del sector agroalimentario, sobre todo de la provincia de Lugo, que mostraron ayer sus productos autóctonos en una cata a cinco importadoras germanas. Este acto forma parte de una misión comercial inversa organizada por la CEL.

Alemania atrae porque la locomotora de la Unión Europea es el tercer importador mundial, por detrás de Estados Unidos y China. Ocupa el quinto puesto en el ránking del Producto Interior Bruto (PIB), que equivale a una quinta parte del total de la eurozona.

"Es un mercado con un poder adquisitivo alto, sobre todo para productos gourmet. El consumidor está abierto a nuevas tendencias", afirmaba este lunes Pablo Gómez, del departamento de exportación de ViniGalicia, un grupo bodeguero chantadino de caldos de las denominaciones de origen gallegas, con presencia en más de una veintena de países (México, China, EE.UU., Perú, Brasil...), que nació a partir de una bodega con 70 años de historia.

Mauro Lamela, que es el responsable de exportación de Torre de Núñez, destacó que Alemania es su "principal mercado" en Europa, con más de 80 millones de habitantes. La cárnica lucense ya exporta sus jamones serranos a ciudades germanas como Colonia, Düsseldorf, Hamburgo o Munich. Pero pretende abrir más puertas y "completar" este producto elaborado que tiene "buena aceptación" en este país centroeuropeo con embutidos, como chorizo, lomo o fuet.

DEBUTANTE. En esta misión comercial inversa se estrenaba Conservas Faro de Burela, una micropyme que se constituyó antes del verano que ofrece conservas y platos artesanales hechos a mano, como lomo, migas y ventresca de bonito y albóndigas del llamado Príncipe Azul solo o con jamón. Su directora gerente, Verónica Rodil, destacó que esta es «una oportunidad» para intentar acceder a mercados que de otra forma, por la dimensión de la empresa, sería "mucho más difícil".

"Alemania es un mercado muy peculiar y atomizado en el que todo el mundo quiere entrar, pero que es muy difícil conseguirlo", explicaba David Salcedo, de la importadora Azafrán Gourmet, que cuenta con establecimientos en Berlín. Aunque esta distribuidora busca "diferenciación" con productos de "pequeñas y medianas empresas", explicaba que, por ejemplo, en este país centroeuropeo "se consume más vino per cápita que en España, pese a que este es uno de los principales productores mundiales".

Pese a su elevada renta per cápita, David Salcedo precisó que los alemanes "miran mucho el precio". También aclaró que en el consumo aún "no se aprecia" la desaceleración en la que se dice que está inmersa Alemania.

Otro de los importadores, Juan Arán, de Solera, centró su mirada en el "potencial" de la carne de ternera porque este, según dijo, es un producto para el que el alemán es "un mercado virgen". Destacó que su distribuidora comercializa media docena de camiones de cerveza de Estrella Galicia.

Comentarios