Opinión

El valor de lo nuestro

LA CONCESIÓN a la empresa monterrosina Alibós del Premio Ardán a la excelencia empresarial no es flor de un día sino fruto de un sólido árbol firmemente enraizado en la tierra, pero cuyas ramas se han expandido lo suficiente como para hacer llegar a países de Europa, Asia y América el 70% de los 7,5 millones de kilos de castañas que moviliza cada año.

Pero lo paradójico es ver que, mientras esta empresa capitaneada por Jesús Quintá crece, la producción de castaña en la provincia apenas llega para abastecer una pequeña parte de su demanda. Y ello, en unos tiempos en los que el bosque autóctono no deja de perder terreno por culpa del despoblamiento y por aquellos que piensan que un modelo de negocio sostenible y rentable en el rural lucense no es posible.