El turismo rural está ya consolidado en la comarca y los datos de este verano así lo atestiguan, con muchas casas ocupadas e incluso teniendo que rechazar reservas por falta de espacio. Una locura que es muy bien recibida por los propietarios de estas instalaciones, que ofrecen al visitante la opción de conocer los encantos de una comarca, donde el mar y la montaña están a un paso.
Para estos viajeros, el tiempo no es algo a tener en cuenta. "No es un condicionante, saben donde vienen y no amplían o reducen días por el tiempo, porque suelen venir a disfrutar del entorno, la gastronomía y de las mejores playas de Galicia y de lo que más presumen es de poder descansar de noche y dormir con una mantita", reconoce Manuel Vicente, presidende de Aturmar, la asociación de casas de turismo rural de la comarca.
Una entidad que engloba a seis establecimientos: Areal, en Viveiro; Casa de Piego, en Foz: Anatur, en Cervo; Finca Galea, en Alfoz, Casa do Merlo, en Barreiros y Mi Norte, en Ribadeo. En todas ellas, los datos de ocupación han sido muy buenos y, con las cifras aún sin cerrar, aventuran un cien por ciento de ocupación. "Es verdad que para nosotros la última semana de agosto es como la primera de septiembre", asevera el presidente de Aturmar, quien confía en las reservas de última hora para no menguar los datos redondos de este verano, "donde realmente ha sido muy difícil poder ubicar a la gente en determinados días", reitera.
Las cifras suponen el broche a un verano de récord, en el que se ha notado también el incremento de turistas extranjeros
Las cifras suponen el broche a un verano de récord, en el que además del aumento de ocupación –el pasado año cerraron agosto en un 90%– se han notado también el incremento de turistas extranjeros. A nivel particular, Vicente, gerente de Anatur, en Cervo, constata la presencia de visitantes de Guadalajara. "Es curioso todos los que han venido este año a mi casa", afirma.
CÁMPINGS. Las instalaciones con que cuentan los varios cámpings que funcionan en la comarca también han estado completas en este mes de agosto, acogiendo a variedad de visitantes, desde pandillas de jóvenes a familias con niños y también muchos extranjeros, sobre todo centroeuropeos, que recorren con sus caravanas el norte español.
Para estos, su estancia en la comarca es breve, ya que trata de una zona de paso, pero intensa en la mayoría de los casos, y muchos se han visto sorprendidos por las elevadas temperaturas con que se han encontrado.
La proliferación de áreas para autocaravanas, que se incrementó en los últimos años en diferentes municipios, especialmente los costeros, ha ayudado a que crezca este tipo de turismo, que es también una importante fuente de ingresos para el comercio y, sobre todo, una manera de permitir disfrutar de los encantos de A Mariña a un tipo de visitante al que le gusta viajar con calma y con la ventaja de tener todo al alcance de la mano desplazándose con la casa a cuestas.
