El TSXG respalda la condena por malversación a una empleada del Concello de Viveiro

El tribunal constata la existencia de "pruebas de cargo" contra la trabajadora, condenada a un año y seis meses de prisión, una multa de 1.500 euros y tres años de inhabilitación

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha respaldado este miércoles la condena a una empleada del Concello de Viveiro que malversó 12.000 euros de caudales públicos.

La sentencia confirma el fallo de la Audiencia Provincial de Lugo, que conforme al veredicto del Tribunal del Jurado condenó a la apelante a un año y seis meses de prisión. En la condena aprecia la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y añade una multa de algo más de 1.500 euros junto con tres años de inhabilitación para cargo o empleo público.

La condenada trabajó en el Servicio de Recaudación Municipal del Concello de Viveiro y el jurado consideró probado que se quedó con 12.000 euros de la caja de recaudación entre 2010 y 2011.

Los magistrados del TSXG recuerdan que la apelación contra un veredicto de un jurado funciona como un "recurso de casación" y con ella "no se pueden modificar en ese trámite los hechos declarados probados por la sentencia", puesto que, además, el tribunal no tiene "competencia para valorar la prueba practicada".

En cambio, hablan de la "existencia de auténticas pruebas de cargo, practicadas con todas las garantías procesales, y analizadas y valoradas de forma lógica, razonable y razonada por el Jurado, con el refrendo de quien presidió el Tribunal".

Durante la apelación la defensa de la encausada afirmó que no había pruebas suficientes para condenarla, pues dijo que todo se basó en una sentencia del tribunal de cuentas, que investiga las irregularidades del Ayuntamiento, y la declaración de tres testigos, que se basan en ese fallo.

Vio estas pruebas insuficientes ya que los trabajadores del Ayuntamiento no lograron señalar a la mujer como responsable del desajuste de cuentas y añadió que "no llegó a conformidad porque ella siempre quiso demostrar su inocencia" puesto que "nunca se llevó nada".

Durante el periodo comprendido entre el 25 de junio de 2010 y el mes de febrero de 2011 el trabajo que realizaba la acusada de un delito de malversación de caudales públicos en el Ayuntamiento de Viveiro, era "la gestión y cobro de los impuestos de los contribuyentes".

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