La escasez de pescado y marisco y unos precios elevados marcarán la última jornada para adquirir productos de cara a las fiestas navideñas en las pescaderías y supermercados de la comarca. El mal estado del mar para trabajar provocó que fueran muchas las embarcaciones que optaran por quedarse en tierra.
José Lestegás, que es el patrón del Alondra, una embarcación de bajura en Foz, que fue de las pocas que salió ayer a faenar, señaló: «El mar está muy malo y nos vamos ya para tierra», decía este experto marinero, a las doce de la mañana, cuando normalmente pueden estar faenando hasta las cinco de la tarde. El peor enemigo que tuvieron ayer en la Costa de Lugo fue el viento, con rachas muy fuertes, que dificultaba la labor. «Con este mar es un peligro», advertía el patrón mayor en Foz. Hubo durante la jornada olas que oscilaron entre los dos y tres metros de altura, llegando a cinco por la tarde.
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