El Tribunal Supremo confirmó la condena a un agente de la Guardia Civil -con iniciales A.F.G.- que dio positivo en alcohol después de tener un accidente con el coche patrulla cuando estaba de servicio por Vilalba. La Audiencia Provincial de Lugo le impuso en mayo una condena de once meses de cárcel y cuatro años y tres meses de retirada de carné, pero el acusado recurrió la sentencia alegando que la analítica de sangre que se llevó a cabo en el hospital se había hecho sin su consentimiento.
El TS explica que la analítica se realizó con fines terapéuticos y que después se analizó una muestra de esa sangre con autorización judicial, por lo que no ve motivo alguno para anular la prueba, tal y como pretendía el letrado de la defensa. El análisis dio un resultado de 2,47 gramos por litro, una tasa equivalente a 1,20 en aire espirado, casi cinco veces más de lo permitido.
