Quiero una Vaca es un oasis artístico en el centro chairego y el ejemplo de que lo moderno no solo habita en la ciudad. Lejos de lo urbano, lo masificado, el ruido y el humo, las grandes galerías y los museos más renovados, el arte contemporáneo también existe en el rural.
En Castro de Rei, próxima a la carretera pero escondida de las miradas ajenas, la antigua granja Tejeda se ha transformado en un rincón de trabajo y experimentación para pintores, escultores o modistos de distintos lugares de España e incluso del extranjero.
Escultura, vídeo y moda se darán cita este sábado
Quiero una Vaca abrió este verano su programación con la instalación del argentino Jorge López Bad Rabbit. The End, con la que el artista puso fin a un trabajo que recorrió medio mundo. Este sábado volverán a abrir al público con un nuevo ciclo de cuatro intervenciones individuales bajo el nombre de ‘Invertebrados’. Será a partir de las 19.00 horas. El objetivo es mantener este esquema los próximos años y continuar todos los veranos con nuevas propuestas.
Establo
En este espacio el artista Jorge López realizará una instalación y presentará una colección de dibujos y el escultor Iván Prieto mostrará parte de su obra. Además, el diseñador de alta costura Dragomir Krasimirov hará una performance con algunos de sus trabajos.
Silos
El andaluz Ángel García Roldán preparará una instalación con monitores y estrenará un vídeo nuevo que luego presentará en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga.
Granero
En la parte de arriba, donde está instalado el estudio, se desarrollará un taller de demostración de Gyotaku, una técnica de impresión tradicional japonesa que servía para comercializar el pescado que llegaba de los barcos a modo de lista de la compra. Eva Mengual, Luis Moscardó, Amparo Tejeda y Jorge Vázquez impartirán el taller.
