El robo de patatas en Vilalba y Cospeito sorprende a los vecinos

Los afectados dicen que "nunca se viu" un caso semejante ► Los hurtos se sucedieron durante varias noches
Lola Pardiño muestra el estado en el que quedó su finca, con muchas ramas arrancadas
photo_camera Lola Pardiño muestra el estado en el que quedó su finca, con muchas ramas arrancadas

Los vecinos de Vilalba y de Cospeito se muestran desconcertados tras sufrir varios robos de patatas en sus propias fincas, algo, dicen, que es la primera vez que pasa en la zona. Durante los últimos días, los ladrones recogieron su propio botín, entrando por la noche en las propiedades de varios vecinos para llevarse parte de las cosechas. 

"Empecei a ver ocos e pensei que fora o xabarín. Temos unhas cintas ao redor da finca para asustalo, pero o de dúas patas non se asustou", dice medio en serio medio en broma Fermín Cendán, de la parroquia vilalbesa de Goiriz.

"É a primeira vez que nos pasa. Nunca faltou nada e téñennos pedido e dáselles, pero esto, nunca. Estamos alucinados e veste desprotexido e impotente", dice. El robo en su finca, situada en la carretera que va de la LU-120 a Goiriz, se produjo en la madrugada del lunes al martes y, según sus cálculos, los ladrones se llevaron dos sacos de patatas, alrededor de 50 kilos.

Los propietarios señalan que gastan mucho dinero para luchar contra el jabalí, pero que su enemigo ahora es el "animal de dúas patas"

"Creo que non traen nada. Que as collen coa man. Aquí arrancáronas coa rama. Aínda están algo verdes e saen sen problema. Valen para comer, pero para conservalas todo o ano hai que esperar 15 días", apunta, y explica: "Levan as boas e deixan as pequenas". 

En el concello limítrofe de Cospeito, en Feira do Monte, la historia se repitió la noche siguiente, en la madrugada del martes al miércoles, en una finca situada en la carretera que va a Vilapene. 

"Fixeron a feira", dice Lola Pardiño mientras muestra los destrozos que hay en su finca, con grandes huecos arrasados, con la tierra movida. "Levaron máis de dez sacos e das patacas boas, que había algunha de case un quilo", dice esta mujer de 76 años, que tras décadas plantando patatas nunca vivió nada igual. 

"É a primeira vez que pasa. Esto nunca se viu", precisa, mientras explica que se gastó un montón de dinero para cerrar con un pastor para proteger su cosecha del jabalí. "Pero non serve para o de dúas patas", dice, mientras se muestra segura de que no son robos para comer. "Esto é para vender, senón non levas esa cantidade". 

En su caso, unas marcas de rodaduras dejan claro que entraron con una furgoneta hasta el fondo de la finca, en la que encontraron también alguna colilla. "Tomárono con calma", apunta. 

A mayores de estos, otros vecinos ya denunciaron más robos en la zona, como en Sancovade, de camino a Santa Comba, o en una finca situada en la pista que va de la carretera de Meira a Román.

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