Aprovechar la tecnología para motivar al alumnado durante el confinamiento

Algunos profesores innovan a través de internet para hacer más atractivas sus materias
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photo_camera Ana Lamas

La tremenda brecha digital entre los alumnos que el confinamiento ha puesto sobre la mesa afecta de igual manera a los profesores. A unos, por la edad, a otros, por la falta de motivación y a otros por su lugar de residencia ante la deficiente cobertura. Exactamente igual que pasa con los alumnos.

Sin embargo, dentro de una tónica de esfuerzo general por mantener el contacto con los chavales y de hacer llegar las tareas a los hogares de cada uno, no faltan quienes han dado un paso más y han puesto en marcha iniciativas que, de un modo u otro, han resultado inspiradoras tanto para sus alumnos como para sus propios compañeros. Es el caso de Óscar González Arias y Ana Lamas Lombao, dos profesores de Lugo.

Las mates convertidas en la mejor quedada

Óscar González es profesor de Matemáticas en el CPI Virxe do Monte, de Cospeito. Estos días de confinamiento no da abasto para organizar clases para sus alumnos, que al parecer se han tomado las mates como un momento de ocio gracias a un curioso método de clase presencial que combina una pizarra electrónica con la aplicación ‘Skype’.

"Vengo usando este método habitualmente desde hace un par de años", explica González, "así que desde el primer día lo tenía muy pulido y hemos podido utilizarlo". Él lo usaba antes porque en Cospeito no hay BAC, pero sí tenía varios exalumnos a los que echaba una mano y tuvo que buscar opciones para las clases.

Según detalla, "ahora hay mucha oferta de pizarras digitales. La que yo uso era gratuita hasta para cien personas, pero ahoravan a empezar a cobrar. De todas formas, sigue habiendo gratuitas. Yo sigo con esta porque tiene muy buen servicio técnico". "El problema es la función de audio, no me daba buena calidad, así que la complemento con el Skype. Pero, a la vez, solo uso del Skype la función de audio, porque la videollamada aquí no da buena calidad porque muchos chavales no tienen buena conexión", asegura.

El resultado es que «unos trabajan solo con el móvil y otros se ponen la pizarra en el ordenador o la tablet e interactúan con el móvil. El sistema es muy inteactivo, y a la vez puedes bloquear el sonido a todos si se ponen muy revoltosos. También puedes ir desbloqueando uno a uno, suben sus gráficas o sus ejercicios, los vamos corrigiendo en el momento entre todos… es una buena forma de trabajar».

Por lo que dice, sus alumnos, "se matan por participar, es impresionante. Son ellos los que ponen las horas de clase que quieren. Si tardo más de dos días en poner una clase, muchos me echan la bronca. Y cuando es la hora entran todos puntuales como clavos, están muy contentos".

Para los que no están interesados en este sistema, utiliza la plataforma digital, aunque también a su modo: "Voy subiendo material y voy haciendo vídeos tutoriales y los subo a través de Youtube. Estamos trabajando mucho".

Una plataforma para enseñar a los que enseñan

El curso pasado, Ana Lamas era la responsable de coordinar el EDixgal, en el proyecto de la Consellería de Educación para la implantación del libro digital, en el centro donde dio clases. "Sorprendentemente, un montonazo de ese trabajo fue asesorando a mis compañeros".

Toda esa experiencia acumulada la ha servido este año, en el Ies Xograr Afonso Gómez de Sarria, donde es profesora de Tecnoloxía, para poner en marcha a través de la plataforma ‘Moodle’ de educación a distancia una comunidad colaborativa para asesorar a los profesores sobre el uso de tecnologías, para que ellos a su vez puedan nutrir de contenidos a sus alumnos durante la cuarentena.

"Compartimos vídeos tutoriales, archivos, foros… Los foros están funcionando genial: alguno lanza una pregunta o una duda y le vamos contestando y poniendo cosas en común. Eso de que los profes no trabajan no es verdad; yo desde que estamos en casa no tengo horario, estoy deseando salir de casa", bromea Lamas.

Ella también puede desmentir de primera mano el mito de que la edad aleja de la tecnología: "Veo que hay muchos compañeros que están próximos a la jubilación y que, sin embargo, avanzan con las tecnologías que es una pasada. Eso va con la persona, no con la edad. A la mucha gente la vocación de enseñar le sale por los poros, y se recicla".

Para ella, "está siendo una experiencia muy gratificante, aunque a veces es agotador. Hay que atender al alumnado, a veces respondiendo uno a uno, e incluso a los padres. Pero los foros funcionan muy bien, tanto con los profesores como con alumnos".