El PPdeG busca nuevos barones provinciales

Diego Calvo y Alfonso Rueda parten como favoritos en A Coruña y Pontevedra, mientras Lugo espera la decisión de Barreiro y en Ourense se da por hecha la continuidad de Baltar
Feijóo, en un acto con los barones provinciales
photo_camera Feijóo, en un acto con los barones provinciales

La renovación de actitudes, ideas y caras emprendida por el PPdeG de Alberto Núñez Feijóo tras los útimos reveses del partido en las urnas —europeas, municipales y generales— tiene en las baronías provinciales uno de sus principales retos. Porque aunque en Ourense se da por hecha la continuidad de José Manuel Baltar, las renuncias anunciadas de Rafael Louzán en Pontevedra y Carlos Negreira en A Coruña, sumado a las dudas de que José Manuel Barreiro continúe al frente del partido en Lugo, deja a los populares ante la difícil coyuntura de suplir estos vacíos de poder.

Y es difícil porque las circunstancias políticas obligan a acertar en los relevos y a materializarlos con la mayor naturalidad posible y sin dar sensación de fracturas internas, teniendo en cuenta que a la vuelta de la esquina hay autonómicas y buena parte de la maquinaria electoral del PPdeG depende de lo bien engrasadas que estén sus tradicionales baronías.

A CORUÑA. Las primeras dudas empezarán a despejarse hoy mismo, fecha límite para la inscripción de precandidatos a suceder a Negreira en la dirección provincial del PPdeG coruñés en el congreso fijado para el 12 de marzo. A priori, parece que la gran —y única— incógnita por despejar es si el delegado de la Xunta y expresidente de la Diputación Diego Calvo tendrá o no un rival de peso que le dispute el cargo, dado que la candidatura anunciada por el exdiputado Javier Escribano, en caso de lograr los avales, parece condenada al fracaso.

Ese contrapeso a Calvo sería el exconselleiro y exalcalde de Santiago Agustín Hernández, que el martes jugó a las evasivas. "Ni confirmo ni descarto nada, lo único que digo es que no tengo duda de que el proceso que abre el PP es modélico". Su entorno da por hecho que se movió y sondeó apoyos, animado sobre todo por militantes y cargos que no comulgan con Diego Calvo por distintas razones, aunque la principal es que, como "relevo natural" que es de Carlos Negreira, representa el "continuismo" de un modelo y un equipo que fracasó estrepitosamente el 24-M con la pérdida de las principales alcaldías y de la Diputación. Y tampoco representa la renovación cuando ya era parlamentario en 2003, critican.

Otra cosa es que esos apoyos sean suficientes para animar al compostelano a dar el paso contra un hipotético favorito como es en este caso el ferrolano, que parece tener el camino despejado. Un teórico pulso Calvo-Hernández incomodaría a la dirección gallega. Otros nombres que sonaron como Beatriz Mato y José Manuel Rey Varela están ya descartados.

PONTEVEDRA. El relevo de Louzán se presenta, sobre el papel, diferente. Aunque es cierto que esta provincia comparte con la coruñesa el diagnóstico de los males del partido en lo referido a las urnas, lo cierto es que ahí se acaban los paralelismos. Por un lado, porque en las quinielas aparecen nombres de peso que, de querer dar un paso al frente, no tendrían ningún tipo de contestación interna; y por el otro, porque es una baronía en la que se juega otra partida de fondo, la de una hipotética sucesión de Alberto Núñez Feijóo.

Uno de esos hombres es el de Alfonso Rueda. El vicepresidente, aseguran, lleva un tiempo pensándoselo, toda vez que la baronía provincial no influiría en sus teóricas aspiraciones de suceder, llegado el caso, a Feijóo. Tiene apoyos y vía libre, pero siempre ligó su futuro político al de su ‘jefe’, lo que condicionaría su decisión.

El otro nombres es el de Ana Pastor, que también tendría el aval de la familia popular pero cuyos movimientos dependerán más del escenario político nacional y de quién sea el futuro inquilino de la Moncloa. Algunas voces apuntan, no obstante, a que su aterrizaje en Pontevedra sería el primer paso para asaltar el liderazgo gallego.

Fuera de ambos políticos, las quinielas se rellenan con los conselleiros Román Rodríguez y Vázquez Almuiña, las alcaldesas María Ramallo y Nidia Arévalo y el regidor López Campos... Lo único seguro es que el 13-M arrancará la era postLouzán.

LUGO. El puzzle lucense sí tiene más similitudes con el coruñés en cuanto a las posibilidades de que exista más de una lista siempre y cuando José Manuel Barreiro decida no continuar. Aunque nadie pone en duda su liderazgo y son muchas las voces que lo animan a continuar, en el partido son conscientes de que su papel como portavoz del PP en el Senado, a diferencia de la pasada legislatura, puede ser crucial en la nueva etapa política en caso de que Pedro Sánchez se convierta en presidente del Gobierno liderando una coalición de izquierdas. Por ello, en el PP entienden que el lucense se centre en la Cámara alta para ejercer de contrapeso al nuevo Ejecutivo.

Y aunque nunca faltan nombres en las quinielas sobre quién recogerá el testigo en el congreso del próximo 6 marzo —Elena Candia, Alfonso Villares, Ramón Carballo, José Manuel Balseiro, Jaime Castiñeira, Raquel Arias...—, lo cierto es que muchas de las miradas apuntan a la alcaldesa de Mondoñedo. Su paso por la Diputación de Lugo, aunque fuera solo durante unos meses, reforzó su figura en una provincia donde los populares se quedaron sin regidores de peso en las principales plazas. Candia estuvo entre las elegidas por el partido para elaborar la ponencia política tras al 24-M, igual que el alcalde de Cervo, Alfonso Villares, que además lleva años como vicepresidente de la Fegamp.

Ambos representarían la renovación que busca el PPdeG para sus baronías y, como en A Coruña, gozarían del beneplácito de la dirección gallega del partido.

OURENSE. En el sur, el PPdeG ya puso la venda antes de la herida. Puy decía esta semana que no se puede desacreditar la renovación del partido por el hecho de que continúe un líder provincial. Salvo que su investigación judicial por cohecho lo tumbe, José Manuel Baltar seguirá de barón.

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