Pendientes del TSXG

El pedáneo de Muxa modera la supuesta amenaza mortal de una vecina a un "ruxerruxe"

Retira en pleno juicio la denuncia contra la mujer que lo acusó de coacciones, a raíz de la polémica por el derribo de nichos
El pedáneo, en los juzgados, con la denunciada al fondo
photo_camera El pedáneo, en los juzgados, con la denunciada al fondo

En Muxa murmuran hasta los muertos. Por lo menos los que descansan en alguno de los nichos que están amenazados de derribo por el TSXG por la denuncia interpuesta por Juan Ángel Gómez Senra, pedáneo de la parroquia que este martes llevó al juzgado a otra vecina por supuestas amenazas de muerte. Al final, no eran tales ni tan directas, sino un "ruxerruxe", según explicó el denunciante, en el que poco tenía que ver la imputada, que salió absuelta al momento.

Esta había sido citada a un juicio de faltas que se celebró este martes en el juzgado de instrucción 2, acusada de un delito de amenazas. Según la denuncia firmada por el pedáneo, esta vecina, una mujer de 70 años, le había dicho: "Ten coidado por donde andas; se tiran os nichos vai haber mortes". Este tipo de avisos se acompañaron además de un pintada en plena tapia del polémico cementerio, justo frente a la ventana de la casa de Gómez Senra, en la que se lee: "Los muertos son sagrados", junto a lo que parece ser un punto de mira.

Sin embargo, el pedáneo aprovechó su declaración en el juicio para desdecirse, radicalmente: "Ela non me amenazó. Ela a min nunca me dixo voute a matar nin nada", y fue más allá al asegurar que tiene "bo rollo con ela, é unha boa veciña e parente miña. O que me dixo o entendín de bo rollo, para que tivera coidado polo que se anda a dicir pola parroquia". Según dijo, la culpa de que apareciera reflejada como autora de las amenazas en la denuncia que había interpuesto es de la Policía, que la recogió mal.

LA PINTADA, APARTE. Esta retractación en toda regla fue motivo más que suficiente para que la jueza Piñeiro decretara de inmediato la absolución de la acusada, aunque la magistrada también aprovechó para informar al pedáneo de que el tema de la pintada se está instruyendo en otro procedimiento diferente, al ser de autor desconocido, que será enviado al juzgado decano para su reparto.

Lo hizo ante la insistencia del denunciante en explicar que fue al descubrir la pintada cuando cogió "pánico". Era la culminación del aludido "ruxerruxe na parroquia, un veciño que me dice ‘Juan, ten coidado que te van matar’, outro que oiu no autobús que me ian queimar a casa... Non é un tema de cachondeo, a miña nai queda soa na casa e eu o quero que quede constancia aquí dese ruxerruxe por si pasa algo".

Un dato significativo para entender como está la situación en esta parroquia es que la vecina acusada llegó al juzgado arropada por casi una decena de vecinos, tres de ellos dispuestos a declarar como testigos en su favor, entre ellos el párroco.

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