El hijo de la mujer supuestamente arrojada por su marido a través de una ventana de su vivienda en Vigo a finales de octubre de 2015, ha rechazado la versión dada por la defensa de que fue ella la que se tiró, ya que "amaba su vida, a su hijo, a sus nietos, jamás se intentó suicidar y además no tenía fuerzas". "Es una tontería de ese capullo", ha sellado en referencia al acusado.
Así lo ha trasladado tras reanudar en la tarde de este lunes el juicio que se celebra contra Alberto J.V.G., en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, y que está previsto para toda la semana. Tras la jornada de este lunes, la vista se reanudará a las 9,30 horas de este martes.
En la sesión de esta tarde, el hijo de la víctima, que cuando llevaron al acusado hasta la sala le gritó: "Asesino", y se mostró muy afectado en los pasillos y durante su declaración, ha sostenido que "psicológicamente" el varón "atormentaba" a su madre, si bien ha reconocido que sobre maltrato físico ella "nunca –le– comentó nada" ni él tuvo "la sospecha".
En relación con esto, ha explicado que su madre "no podía" hablar con él ni con otras personas por teléfono delante de Alberto J.V.G., "porque la quería solo para él"; y que éste "se aprovechaba" de que ella era "frágil", andaba con bastón, no tenía fuerzas y sufría osteoporosis. Además, el hijo ha dicho que el hombre le prestó 10.000 euros y la "atormentaba" a ella para que se los devolviese.
Finalmente, ha indicado que la mujer le comunicó algunas vivencias, como que cuando le hacía un té al esposo, éste la instaba a que lo probase ella primero "porque creía que le estaba envenenando"; así como que llegó a dormir a casa de amigas y en el trastero porque él la había echado de casa. "Dependía de Alberto económica y psicológicamente", ha apostillado.
SERVICIOS SOCIALES
Dos profesionales del Centro Municipal de Información de los Derechos de la Mujer de Vigo, una trabajadora social y una abogada, han explicado que conocieron a la víctima cuando se presentó en el centro y manifestó "que su pareja la maltrataba y la echaba continuamente de casa", unos problemas que venían de tiempo atrás y por los que llegó a dormir dos meses en un coche.
En relación con ello, han trasladado que les preocupó "muchísimo" el caso, por tratarse de una persona mayor, con un estado físico malo --"muy delgada, con problemas de movilidad y epilepsia"--, y que cuando la echaba de casa no disponía de sus medicinas. Por ello, le ofrecieron ir al Centro de emerxencia para mulleres vítimas da violencia de xénero, pero se negó.
"Ella no quería, quería que le echasen a él y ella volver a su casa", han explicado, incidiendo en que la mujer tampoco quería denunciar porque "le daba miedo y pena porque estaba enfermo psiquiátrico". Así, pese a que le insistieron, solo quiso asesoramiento para tramitar el divorcio, proceso que inició unos pocos días antes de su muerte.
"Siempre creí que esto iba a acabar mal, y solo la atendí durante 10 días...", ha manifestado una de las trabajadoras, que al ser cuestionada sobre si la mujer tenía miedo ha respondido: "Ella no lo manifestó, pero yo lo percibí".
