El faro de Illa Coelleira se descartó como hotel por carecer de servicios

El edificio, de planta cuadrada y de la misma época que Illa Pancha o Atalaia en San Cibrao, no está muy deteriorado. El antiguo semáforo de Estaca de Bares, heredero de los 'fachos' para guiar navegantes, lleva 13 años de uso turístico
El faro abandonado de la Illa Coelleira, en la ría de O Vicedo-O Barqueriro, data de 1864 y se encuentra en el punto más alto del islote, a 90 metros sobre el nivel del mar
photo_camera El faro abandonado de la Illa Coelleira, en la ría de O Vicedo-O Barqueriro, data de 1864 y se encuentra en el punto más alto del islote, a 90 metros sobre el nivel del mar

El de Illa Pancha tiene vía libre para su conversión hotelera pero ni es el primero de la zona ni ha sido el único en recibir propuestas de uso hotelero. El faro de Illa Coelleira, islote de 27 hectáreas de superficie, también suscitó el interés de empresarios interesados en darle un uso turístico y hostelero.

Se intentó y Puertos del Estado llegó a estudiar la propuesta a cambio de un canon de explotación, pero los inconvenientes eran muchos. Los principales son la falta de un suministro de agua y luz en condiciones para atender a los posibles visitantes. Los interesados en explotar este faro en desuso, ubicado en la isla y quizás uno de los más aislados del dominio público, se volvieron atrás ante las dificultades. ¿Cómo alojar gente allí en condiciones? Fuentes de la Autoridad Portuaria reconocen que tanto la rehabilitación, como la dotación de servicios turísticos presentan allí muchas dificultades, incluso para el nivel que podría ofrecer un camping.

Nada que ver con las posibilidades del hotel en funcionamiento desde el 2002 en el antiguo semáforo de Estaca de Bares, cuya suite ha logrado mucha fama entre los visitantes de fin de semana.

En la cercana Coelleira, separada medio kilómetro de tierra firme, el difícil acceso es otro problema añadido puesto que apenas existe una mínima ensenada, O Portiño, orientada al «carreiro» desde donde se accede a las ruinas de un antiguo convento, el monasterio de San Miguel.

Los marineros más antiguos de la ría recuerdan no obstante el funcionamiento del faro, atendido por una familia que incluso complementaba su actividad con la pesca y el trabajo agrícola en la isla. Esta, conectada a través de Xilloi y el puerto de Bares, es famosa por la abundancia de conejos, y está tomada en algunas épocas por los bandos de cormoranes y más de veinte especies de gaviotas que allí anidan. De hecho, la zona está catalogada como de especial protección de las aves.

Así las cosas, de los faros de la Autoridad Marítima de Ferrol-San Cibrao (en Cabo Prior, Punta Frouxeira, Punta Candieira, Estaca de Bares, Punta Roncadoira, Atalaia, Illa Pancha) el construido para guiar la navegación hacia la Ría de Ribadeo es el único en tramitación para su uso como hotel. En los de Estaca de Bares y San Cibrao viven aún los torreros. En este último la primitiva linterna octogonal está deteriorada, con cristales rotos. El de Coelleira, pese a llevar deshabitado y sin uso durante mucho tiempo, y de que la maleza cubre prácticamente toda la isla no está muy deteriorado.

Había entrado en servicio en 1864 en lo alto del islote y fue proyectado en la misma época y por el mismo ingeniero que diseñó el de Punta Atalaia en San Cibrao. Marcelo Sánchez Novellán trazó un edificio de planta cuadrada, de once metros de lado, muy similar también al de Illa Pancha, que comenzó a alumbrar en 1860.

Al contrario que estos últimos, el de Coelleira no se llegó a modernizar con nuevas torres construidas al lado y conectadas ya a la red eléctrica y baterías. Estaca de Bares, el control centralizado y las balizas que se fueron añadiendo para guiar la navegación en las rías de O Barqueiro y Viveiro terminaron por dejarlo obsoleto.

De antiguo la isla perteneció a la administración de la Iglesia hasta que con la Desamortización de Mendizábal pasó en 1835 al Estado, que construyó el faro.

Entre los últimos faros que llegaron a proyectarse en A Mariña figura uno de hace 30 años para el cabo de Burela, cerca de A Marosa, que no se llevó a término. El ahora reconstruido de A Pedra tendrá una luz más blanca y potente.

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