El espíritu carroceiro abarrota Chantada

ASEGURAN los notarios de las verbenas, esos que no se pierden ninguna edición de las convocatorias y que llevan un recuento muy aproximado de las afluencias, que el Folión de Carros del 2017 fue uno de los más concurridos de los últimos años y que el público, además de concentrarse en la Praza de Galicia, donde está el palco de autoridades y el punto de llegada de los carros, también se agolpó en las calles por las que discurre la comitiva.

Pero, además de ser uno de los más numerosos, el Folión de este año se caracterizó por su vuelta a los orígenes y por el ambiente carroceiro que se vivió en la villa antes, durante y después del propio acto.

El objetivo de la organización era que Chantada viviese el espíritu del Folión durante todo el día así que se convocó una foliada de tarde y otras actividades que animaron y calentaron el ambiente. Cuando bien pasadas las once de la noche las catorce plataformas y carros tradicionales se disponían a desfilar, el espíritu carroceiro marcaba máximos históricos y el público abarrotaba las calles de la villa del Asma.

La salida fue un poco tensa porque un carro y una plataforma se rompieron antes de arrancar. Los chantadeses cada vez se toman más en serio lo de recrear escenas costumbristas e incluyen todo lujo de detalles en las creaciones. Eso, a veces pasa factura en cuanto a peso y capacidad de maniobra.

Pero superados los rigores del directo y al grito de "Adiante o carro número 1!", tan típico de la fiesta, todo se fue encaminando.

Salieron catorce composiciones entre las que había escenas dedicadas a la casa del párroco, una recreación de un telar, de una berbería, de un taller de elaboración de tejas y del papel de la prensa, entre otras.

La mitad de esas recreaciones iban montadas sobre carros tradicionales en un intento de regresar al origen del Folión y para tirar por ellas había varias parejas de vacas y cuatro de bueyes, animales imponentes que realzaban la belleza de los carros.

Entre las vacas, el jurado dio el primer premio a las de la familia Varela de Pesqueiras y, entre los bueyes, se impuso una pareja llegada de Pontevedra, pero la decisión fue difícil porque desde Quiroga se acercaron unos bueyes de raza cachena que hicieron las delicias del público por su imponente cornamenta.

También fue complicado repartir los premios a las mejores composiciones porque la calidad cotizó al alza. El primer premio fue para Un día da laboura na casa do cura (carro 10), el segundo para A Telleira de Sobreira (carro 11) y el tercero para O Folión de Carros (carro 5). En cuarto y quinto lugar quedaron Por min que chova (carro 12) y O fiar do fiadeiro (carro 6).

Se entregaron reconocimientos a la familia Lorenzana Eiriz por donar uno de los carros usados en el desfile y a Juan Carlos López, director de la banda de gaitas.

El pregón de Félix Pérez, uno de los primeros promotores del Folión, cerró el evento.