El ejemplo a seguir de Trabada

Las tres concentraciones privadas llevadas a cabo en el municipio, junto a la pública, ponen en valor unos montes perfectamente ordenados, limpios y que ofrecen beneficios constantes
Daniel Villapol, en Trabada
photo_camera Daniel Villapol, en Trabada

La primera concentración parcelaria de carácter privado que se hizo en Galicia data de 1989 y de un municipio minúsculo por lo que ni la propia Xunta apostaba que lo conseguiría: Trabada. Desde allí un grupo de gente con la coordinación de Daniel Villapol se metió en un proceso pensado para cuatro o cinco propietarios pero que él estiró nada menos que hasta 77. Luego repetiría dos veces más y colaboraría notablemente en sacar adelante una enorme concentración pública.

El resultado es un monte ordenado, planificado para producir eucalipto en un porcentaje abrumador y del que describe claramente sus beneficios: tiene pistas en abundancia, cortafuegos, no da problemas y sí beneficios económicos de forma regular a sus propietarios. Daniel Villapol explica que conseguir esa ordenación es "fundamental" no ya para quienes viven del monte, sino para el resto de vecinos "porque aquí a práctica totalidade dos veciños teñen algún monte e sácanlle beneficios".


En Trabada la producción de eucalipto se convirtió en un ejemplo. Producen para Norfor y otras firmas y una gran parte va a los bolsillos de los propios vecinos


Esa es una clave fundamental porque dice que "séguese cortando e plantando regularmente. Hai ventas áxiles e eso o que xenera é que non hai situacións de abandono e todo está posto en valor porque a xente percibe o monte como unha fonte de ingresos". Por eso cree que el decreto que se está preparando ahora debe ser tenido muy en cuenta y desarrollado con cuidado porque reconoce que será fundamental en una comunidad con las características de Galicia. Si ese decreto se desarrolla con concentraciones de ese tipo, avanza que todo se mejorará y la economía de la mayor parte de la gente lo notará "porque as fincas se redimensionan.  Agora todo está mecanizado, así que os camións teñen que poder chegar a todas partes, como pasa agora en Trabada". "A ordenación do monte dificulta tamén os lumes", añade, "porque a xente ten eso en consideración e trata de defendelo e cuidalo". Vía de ingresos. En Trabada la producción de eucalipto se convirtió en un ejemplo. Producen para Norfor y otras firmas y una gran parte va a los bolsillos de los propios vecinos que tienen ahí una vía de ingresos secundaria importantísima.

Para Daniel Villapol, empresario del sector de transformación en la firma Maderas Villapol y Laminados Villapol, es importante que todo esto se regule y se saquen adelante iniciativas así "para o que é fundamental conseguir un certo liderazgo, alguén no que a xente crea para resolver os conflitos que sempre se plantexan neste tipo de concentracións". Dice que ahora es más sencillo que antes "porque a xente foi perdendo a querencia polo terruño. Eso perdeuse aquí nun 90% en canto se viu que coas concentracións o monte produce ben e está millor e polo tanto se lle saca unha rendabilidade. Eso enténdeo todo o mundo e por eso se foi perdendo aquelo que había antes de adhesión á terra dos antergos, pero sempre da mesma finca".

También dice que la gente que se encargue de sacar adelante esos proyectos "necesita uns certos coñecementos, eso está claro, vontade de tirar para adiante e aunar esforzos". En cuanto a la regulación que está por venir, recalca que hay que hacerla con criterios técnicos y sobre todo explicándola bien para que no se produzcan malos entendidos. Así se conseguirá mejorar uno de los sectores en los que Galicia puede ser puntera a nivel estatal.

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