La facultad de Ciencias de Lugo llama a la ''rebelión'' contra Santiago

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El decano de la facultad de Ciencias, Francisco Fraga, llamó este viernes a la "rebelión" de Lugo para evitar la pérdida de la titulación de ingeniería industrial de procesos, que, entiende, peligra por la competencia de Santiago, algo que, no obstante, no cree el vicerrector del campus, Carlos Herrero.

Fraga aprovechó la clausura de un curso de verano para lanzar un mensaje de alarma sobre el futuro de la facultad, supuestamente en peligro, y a su voz se unió la de Jorge Rivera, decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales, que aseguró que los ingenieros formados en Lugo constituyen estadísticamente la primera fuerza de creación de empresas de la provincia, un potencial que se perderá si prospera la pretensión de dar a la facultad de Químicas de Santiago un título de grado prácticamente idéntico al diseñado para Lugo.

Fraga y Rivera aprovecharon el curso de verano como altavoz de una crisis en la que quieren implicar a las fuerzas vivas de Lugo, para que hagan presión ante el rector y se frene la pretensión de que Químicas de Santiago —con la adaptación a Bolonia— ofrezca un título equivalente al que se da hoy en el campus de Lugo y que se pretende seguir dando.

Ciencias, explicaron, preparó hace meses el proyecto para convertir la titulación de ingeniería técnica industrial en un grado de ingeniería industrial de procesos. La USC no envió inmediatamente a Madrid esa propuesta para su aprobación, sino que esperó meses para hacerlo y al final ocurrió que Químicas de Santiago presentó una propuesta prácticamente igual, algo que los lucenses ven sospechoso. Ahora, el riesgo está en que "Madrid —la Aneca, en concreto— no va a aceptar dos titulaciones casi idénticas a 90 kilómetros de distancia y en la misma universidad, con lo que existe el riesgo de que se deniegue a Lugo una titulación histórica en el campus", dicen.

Según Rivera, no es la primera vez que se da la situación actual y la USC ya intentó tiempo atrás, según él, trasladar a Santiago titulaciones de Ciencias, algo que se paró porque intervinieron el alcalde y el presidente de la Diputación, aseguró, aunque nunca trascendió públicamente hasta ahora que existiera ese conflicto ni tales negociaciones.

Vicerrector
Carlos Herrero defendió que la facultad de Lugo no corre peligro y añadió que los títulos y atribuciones que se persiguen para los centros de Lugo y Santiago son distintos y que lo que hay es un conflicto a nivel nacional de competencias de dos titulaciones, una situación ante la que se tomarán las decisiones "adecuadas", dijo.

El trasfondo
El eje de la rivalidad abierta entre Santiago y Lugo está en que, hasta ahora, los licenciados en Santiago no tenían atribuciones que les permitieran el ejercicio libre de la profesión. Es decir, no podían, por ejemplo, hacer proyectos. Esas competencias profesionales sí las tienen quienes hacen en Lugo ingeniería técnica industrial.

El problema está en que con los planes de estudios propuestos para Santiago, los alumnos que en el futuro salgan de la actual facultad de Química sí podrán hacer labores que ahora hacen sólo los de Lugo.

El vicerrector del campus apuntó a ese aspecto este viernes para asegurar que el problema "es una discusión más interprofesional que interuniversitaria".

Carlos Herrero añadió que "el rector tendrá que tomar decisiones desde el punto de vista del interés global", pero dio por hecho que la facultad de Lugo tiene futuro, entre otras razones porque va a tener dos titulaciones adaptadas a Bolonia de gran interés, la de ingeniero técnico de procesos y la de nutrición y dietética humana, dijo.

Sin embargo, quienes creen que la titulación de Santiago pone en peligro la de Lugo, dicen que la facultad de Ciencias perdería casi todo su contenido y su futuro si la USC mantiene el intento de tener en Santiago y en Lugo dos titulaciones "iguales en un 98%". Añaden que incluso peligraría el máster en riesgos laborales, el primero de la Universidad de Santiago adaptado a Bolonia y que se imparte en Lugo desde hace cuatro años.

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