El coste de un depósito varía en hasta 11 euros dependiendo de la gasolinera

Poco más de 40 establecimientos gallegos venden el diésel por debajo de los 1,2 euros ► Llenar el tanque cuesta 8 euros más que hace un año si es de gasóleo y 6,7 más con gasolina

Poco más de 40 establecimientos gallegos venden el diésel por debajo de los 1.2 euros. J.J GUILLEN (EFE)
photo_camera Poco más de 40 establecimientos gallegos venden el diésel por debajo de los 1.2 euros. J.J GUILLEN (EFE)

Las estaciones de servicio gallegas viven unas de las jornadas grandes de la temporada estival con unos paneles de precios que se resisten a ofrecer un alivio palpable en los bolsillos de los conductores. Llenar un depósito de 55 litros de diésel en la comunidad requería el viernes arañar algunos céntimos más que en el inicio de la primera operación salida del verano y desembolsar una media de 8 euros más que hace un año, 6,7 en el caso de consumir gasolina. Es el resultado de una escalada de meses con la que el verano es ya desde su inicio el más caro de los últimos cuatro, sin obviar que la factura varía —y mucho— en función de la gasolinera en la que se reposte.

La diferencia es tal que en el caso de que se llene el tanque de un vehículo puede superar los 11 euros, tanto si se consume diésel como gasolina. Así es que, atendiendo a los datos que recopila a diario el Gobierno entre más de 600 estaciones de servicio gallegas, en la que vendía el viernes el gasóleo más barato, a 1,119 euros el litro, había que desembolsar 61,55 por un depósito completo y en la más cara —a 1,326 euros— eran necesarios 72,93. Y las dos están en la misma provincia, en Lugo, la primera en Sarria y la otra en A Pastoriza. En el caso de la gasolina, mientras, los extremos se localizan en Narón —con el litro a 1,225 euros— y Padrón (1,439).

ecoEntre los máximos y los mínimos, y a la espera de los cambios fiscales, el precio medio del diésel en Galicia estaba el viernes en 1,267 euros, no muy lejos del nivel de hace siete días y ligeramente por encima del de finales de junio, cuando se rondaban los 1,261. Sin embargo, y aunque no se alcanzan los importes de finales de mayo, la diferencia se hace enorme en la comparación con hace un año, porque los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dicen que la tarifa media en la misma semana de agosto de 2017 era de 1,117 euros.

Entonces aún se podían encontrar en Galicia gasolineras que vendían el litro por debajo del euro, algo imposible ahora, con un precio medio un 13,4% superior al de hace doce meses. De hecho, de las algo más de 620 estaciones de servicio que envían datos actualizados al Ministerio para la Transición Ecológica, solo 42 están por debajo de los 1,2 euros. En el caso de la gasolina el encarecimiento del último año ha sido un poco menor, pero aun así está cerca del 10%, porque el litro se vendía el viernes a una media de 1,351 euros. Sin llegar a los precios de hace tres meses, sí se supera algo el importe del arranque de la temporada estival, porque a finales de junio estaba en 1,343.

BRECHA CON ESPAÑA. Los datos del ministerio también sirven para actualizar otra brecha: la que existe entre los precios gallegos —de los más elevados de España— y la media estatal. Esta rondaba el viernes los 1,225 euros para el diésel y los 1,323 para la gasolina, con un ascenso anual esta vez algo superior al registrado en la comunidad.

Vehículos
¿Habrá moratoria para la normativa de emisiones?
En un sector que afronta un tiempo de cambios, el de la automoción, una de las novedades inminentes podría no ser finalmente tan inmediata como se esperaba. El Ministerio de Industria está estudiando la posibilidad de aplicar una moratoria de un año a la entrada en vigor del nuevo protocolo de control de emisiones y consumos para la homologación de vehículos, el WLTP, prevista para septiembre.
Más margen
Una moratoria, o un "régimen transitorio", daría más margen a las marcas para la adaptación a un sistema con pruebas para la homologación más exigentes y cercanas a las condiciones reales de uso que las actuales.
Productores y vendedores
La proximidad del cambio obliga a los concesionarios a liquidar stock y preocupa a los fabricantes. La patronal Anfac avisó de que el estreno del WLTP podría provocar una caída del 5% en la producción de vehículos en España en 2019 y una reducción de las ventas si no se adapta el impuesto de matriculación.

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