El Concello tiene 7,6 millones de superávit, pero limitaciones al gasto

El Gobierno solo permite amortizar deuda o hacer inversiones sostenibles y con autorización. La administración lleva años con remanente en parte por falta de ejecución del presupuesto

El Concello de Lugo cerró el año 2015 con un superávit de 7,6 millones de euros, según la información trasladada ayer por el gobierno en la comisión de cuentas previa al pleno, pero no está claro que la administración local vaya a tirar de ese dinero para hacer más inversiones. La razón es que, según la regla de gasto aprobada hace ya varios ejercicios por el Gobierno central para todos los municipios, con independencia de cuál sea el estado de sus cuentas, los concellos deben destinar el superávit a amortizar deuda. Solo si cumplen determinados requisitos pueden hacer inversiones, pero no de cualquier tipo, solo las que sean "financieramente sostenibles".

Los requisitos que las administraciones locales deben cumplir es que estén por debajo de la deuda permitida y dentro del periodo medio de pago a proveedores, aspectos que el Concello de Lugo ha cumplido en los últimos años y también actualmente, según destaca el equipo de Lara Méndez. El Concello lleva años con superávit, en parte por falta de ejecución de los presupuestos. Aunque, según el gobierno local, en 2015 el nivel de ejecución fue del 70%.

Las inversiones que el Gobierno central considera financieramente sostenibles son aquellas que están encaminadas a mejorar las condiciones de vida y los servicios a los ciudadanos. Además, deben estar hechas con miras a largo plazo -tienen que tener una vida útil de al menos cinco años- y estar sujetas a un control presupuestario que garantice que no ponen en riesgo la economía local. Para eso, los concellos que quieran hacer este tipo de inversiones deben elaborar una memoria económica en la que se detallen los efectos que podrían tener para la entidad a medio y largo plazo, así como establecer qué parte de los beneficios se van a destinar a ellas de manera que no se rompa el equilibrio presupuestario.

Dentro de inversiones financieramente sostenibles que puede llevar a cabo un Concello se encuentran obras de alumbrado, alcantarillado, recogida de basura o eficiencia energética, inversiones destinadas a mejorar modelos productivos (agricultura, ganadería, pesca y sectores industriales y energéticos), infraestructuras, cuidado de jardines y espacios públicos, rehabilitación de edificios de servicio público o destinados a la comunidad y obras para recuperar zonas dañadas (por ejemplo, por fenómenos meteorológicos). No puede gastarse superávit en bienes muebles o inmuebles o vehículos (salvo para transporte) que no estén destinados al uso público o a la mejora de servicios de la comunidad o que no tengan una vida útil mínima de cinco años.

El gobierno local todavía no ha decidido qué va a hacer con este dinero, que no es el único del que podría tirar porque en el presupuesto, además de los 5,7 millones que figuran para inversiones, se prevé la posibilidad de recurrir a un crédito de 3,3 millones.

En el último mandato, el gobierno y el PP pactaron un importante paquete de obras y compras con remanente de años anteriores. El gobierno también informó de que en 2015 cumplió sobradamente el límite de deuda viva o financiera, ya que fue del 23,5%, cuando la ley establece que debe estar entre el 75 y el 110%.

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